San Salvador- Los históricos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), los que combatieron en la guerra jugándose la piel, se atrincheran hoy ante los resultados preliminares de las elecciones legislativas y municipales en El Salvador, en las que la derecha dejó a los exguerrilleros mudos y ausentes.
Tan solo cuatro horas después del cierre de los centros electorales y con un bajo porcentaje de actas procesadas, el FMLN veía ante sus ojos el más profundo abismo que jamás podría imaginar, tal y como quedó patente con un largo silencio que expresó mucho más que mil palabras.
El partido oficialista compareció ante la prensa este lunes a las 15:00 hora local (21:00 GMT) únicamente para leer un breve comunicado reconociendo la amarga derrota y entonando el «mea culpa» al que, según palabras del secretario general del FMLN, Medardo González, buscarán dar solución.
Y tras las disculpas, González y sus acompañantes, entre los que se encontraban las diputadas Norma Guevara, «jefa» de la bancada del FMLN, y Nidia Díaz, también ruda combatiente en el frente durante el conflicto armado (1980-1992), enmudecieron e ignoraron las preguntas de la prensa, que no obtuvieron respuesta.
Todos se mantuvieron en silencio mientras flanqueaban al secretario general, a quien apenas le salían las palabras, frases que se limitó a leer de un breve comunicado de aceptación de la derrota sufrida y sobre las que no ofreció explicación adicional.
Después de tres minutos de comparecencia, desfilaron todos, unos tras otros como guardándose las espaldas de la ferocidad y voracidad de los periodistas que se encontraban en el lugar cumpliendo con su trabajo de recopilar datos para, posteriormente, informar a la población.
Pero parece que ahora los ciudadanos no tienen derecho a saber, a mantenerse informados, como lo tenían durante la campaña electoral a la que dieron cobertura los mismos informadores que hoy fueron ignorados, y que hace tan solo unos días eran convocados insistentemente para concertar entrevistas o asistir a eventos.
El FMLN se ha opacado, ya no es el de antaño, aquella formación combativa; no es aquel grupo aguerrido al que no callaban ni las balas del Ejército, ni las minas que estallaban a su paso; ni siquiera es el de hace tan solo una semana, cuando se expresaban con locuacidad para pedir el voto a los salvadoreños a través de los medios de comunicación.
La pregunta que flotaba en el ambiente era obvia: ¿son estos resultados un termómetro de cara a las elecciones presidenciales del 2019? ¿Se resentirá el FMLN de esta derrota cuando transcurran unos meses?
Lo intuyeron y huyeron sin brindar más información que el escueto comunicado de unas pocas líneas, leído en pocos minutos.
Y mientras esto ocurre entre los que fueron líderes de la guerrilla, los miembros de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) celebran el claro aumento de escaños a su favor, cuyo número todavía no está definido, pero los datos arrojados por el TSE auguran el mejor de los futuros inmediatos para la derecha.
También festejan el incremento de municipios que estarán bajo su bastón de mando, ese que los que hoy callan tendrán que ceder con una sonrisa, aunque sea fingida, cuando llegue la hora del traspaso de poderes municipales.
El presidente de Arena, Mauricio Interiano, dijo este lunes que la formación política que encabeza alcanzó al menos 37 diputados en el Congreso y que gobernará en 144 alcaldía a nivel nacional, aunque estos resultados quedan a la espera de confirmación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) una vez se haya efectuado el escrutinio definitivo, que arranca el martes.
