El juez de Policía, Fabricio Guillén, encabezó el operativo en el que participaron inspectores de la Dirección de Migración y Extranjería, empleados de la Secretaría del Interior y Población, miembros de la Policía Nacional y del Departamento de Justicia de la comuna capitalina.
Al momento de ser requeridos, la mayoría de los dueños de estos negocios tildados como centros de brujería, no logró justificar sus operaciones como centros de masaje y clínicas de medicina natural, dado a que se encontraron utensilios que son usados para adivinar la suerte, cartas del tarot, santuarios con figuras extrañas, pociones mágicas y fotografías de varias personas, entre otras cosas.
A los propietarios de los negocios como el centro de masajes “Fuente de Salud Nazareth”, y las clínicas “San Lázaro”, más conocido como X-15, “Mensajero de la Felicidad” o X-33 y “Alexander-21”, entre otros, tendrán que comparecer ante el Juzgado de Policía para que%26nbsp; expliquen y aclaren las verdaderas funciones de las mismas y certifiquen que operan legalmente, indicó el juez de Policía.
Durante el operativo, se descubrió que varias personas han sido estafadas por los propietarios de estos negocios, quienes a cambio de dinero les prometen a sus clientes una cura mágica para sus dolencias, hechizos, mal de amores y problemas de dinero.
Ante la presencia de las autoridades antes mencionadas, las personas estafadas pidieron a los dueños de estos negocios que les devolvieran el dinero porque nunca recibieron la cura prometida, a lo cual accedieron al descubrirse la farsa en que incurrieron.
Uno de los afectados, identificado como Santos Rogelio Núñez, recuperó mil 500 lempiras que le habían cobrado días anteriores a cambio de informarle sobre el extravío de cierta cantidad de dinero, sobre lo cual nunca se le dio respuesta. Igual le regresaron nueve mil lempiras a un campesino originario de Danlí, a quien le habían prometido curar a uno de sus hijos.
Consultados sobre cómo supieron sobre la existencia de estos centros, los entrevistados coincidieron en afirmar que los negocios son publicitados a través de una emisora capitalina, donde sus dueños tienen programas mediante los cuales los locutores “orientan” a sus clientes, la mayoría de ellos personas que viven en el interior del país.
Guillén anunció que en los próximos días se realizarán nuevos operativos para detectar estos centros disfrazados, que en su mayoría funcionan clandestinamente estafando a personas incautas, lo cual está prohibido en el artículo 148, numeral 4, de la Ley de Policía y Convivencia Ciudadana.
Advirtió que el Juzgado de Policía pondrá mano dura contra esas personas, que a través de lectura de cartas, esferas mágicas, pociones dizque curativas de enfermedades y hechizos estafan a quienes por desesperación acuden a ellos.
