Al ser consultado de cuánto va a ser el salario del señor Reina, el canciller, Mario Canahuati, respondió: “tengo entendido que de 5,500 dólares”.
En la entrevista, Canahuati dijo que Reina tendrá como funciones específicas “compartir iniciativas que se están dando en el país de manera de que podamos tener, como en todas las diferentes embajadas, voceros que den a conocer qué tipo de acciones se están tomando en el país” en diferentes áreas.
El 9 de agosto, antes de viajar a Estados Unidos, Reina confirmó a periodistas haber aceptado el cargo de embajador itinerante ante los países de UNASUR que le ofreció el presidente, Porfirio Lobo.
Hoy, lunes, regresó del viaje anunciando que planea reunirse esta semana con el presidente Lobo y su canciller para “afinar determinaciones de que es lo que están pensando en la política exterior de Honduras y que es lo que mejor podemos hacer para beneficio del país”.
En esas pláticas, dijo, buscará remarcar un punto esencial, la reconciliación de la familia hondureña, lo que para él “es una prioridad fundamental, es la plataforma de la cual debemos salir y apoyarnos para restablecer la unidad de nuestro país”.
Pero tras ser consultado sobre las críticas que hacen a su nombramiento miembros de la resistencia nacional, quienes lo han calificado como “un aprovechado” y “chambero”, Reina dijo que él todavía no ha dado el sí definitivo a Lobo.
“Yo todavía no he tomado la decisión definitiva, definitiva, y ya comienza a aparecer el enfrentamiento que hay en la población sociedad hondureña, eso es como consecuencia de lo que ha pasado en el país, todo se vuelve conflicto, en vez de unir al país lo dividimos”.
“Yo creo que la gente de la resistencia, a quien respeto profundamente y contra los cual no diré una sola palabra en ningún momento y con la cual puedo ayudar en todo momento, algunos no están informados más que por algunas noticias que reciben fragmentarias, entonces creo que es importante que estén debidamente informados, lo cual estoy dispuesto a hacer para que se den cuenta que la actitud que tengo no es la de estar buscando un cargo o una chamba. No por favor, es una actitud distinta, absolutamente diferente”.
“Si por llegar a la conclusión de que no es necesario que yo acepte o que no es conveniente es que no acepte, simplemente no acepto”, declaró.
Dejó claro, sin embargo, que él está dispuesto a aceptar el reto de ser embajador itinerante “pero necesitamos analizar toda la política exterior de Honduras”.
“Si yo fuera o no el embajador, ya para mí ha sido un honor que el presidente (Lobo) me haya designado y me haya indicado que yo debería ser, con solo eso quedo profundamente satisfecho”, apuntó.
