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Investigación de corrupción en Brasil motivó salida de Rousseff, dice Bonomi

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Montevideo.- El ministro del Interior de Uruguay, Eduardo Bonomi, considero que la destitución en Brasil de la ahora expresidenta Dilma Rousseff es un «golpe de Estado» y dijo que «el verdadero motivo» del proceso «es la investigación judicial que se estaba haciendo a la corrupción en Brasil».

«Creo que no existe el disparador legítimo para que se utilice legalmente el recurso constitucional (del proceso de destitución), entonces, si no existe, tiene característica de golpe de Estado», dijo el ministro en una entrevista con la uruguaya Radio Carve.

Este miércoles, el Senado brasileño halló a Rousseff culpable de incumplir la ley de responsabilidad fiscal por haber modificado los presupuestos vía decreto, sin autorización legislativa, y porque consideraron que el Gobierno tomó créditos de la banca pública, algo prohibido por ley, al demorarse en hacer depósitos a esos bancos.

Durante el proceso, Rousseff negó que esas maniobras configuren irregularidades y también rechazó que ella tuviera cualquier intencionalidad al firmar los polémicos decretos, por lo que considera todo el proceso en su contra un «golpe de Estado».

«Los que dicen que no es un golpe es porque (se) utiliza un recurso constitucional. El problema es, si el delito que se maneja es un delito o no es un delito, y si amerita el recurso constitucional, recursos constitucionales hay muchos, pero tienen que ser justificados, tienen que usarse en algo que corresponde», aseveró Bonomi.

«El verdadero motivo es la investigación judicial que se estaba haciendo a la corrupción en Brasil, una corrupción que abarcaba todavía más a los socios políticos del PT (Partido de los Trabajadores, al cual pertenece Rousseff), más que al PT, y que le pidieron a Dilma que frenara esa investigación desde el Poder Ejecutivo», opinó Bonomi.

«Dilma no frenó nada desde el Poder Ejecutivo y la sacaron para que alguien frenara esa investigación. El que queda en lugar de ella (en referencia al nuevo presidente brasileño, Michel Temer) tampoco tiene una legitimidad, y creo que es algo muy grave que hiere muy a fondo la democracia brasileña», añadió.

El ministro también opinó que lo ocurrido en Brasil afecta a la democracia de ese país y «la situación de la región entera».

La opinión del ministro del Interior se sitúa en la misma línea que la manifestada ayer por el expresidente y senador uruguayo José Mujica, quien dijo que América Latina queda «malherida» tras la destitución de Rousseff.

Ambos políticos pertenecen a la coalición de izquierdas gobernante en Uruguay, el Frente Amplio.

Bonomi destacó que sus declaraciones son a título personal al ser preguntado acerca de la postura oficial del Gobierno de Uruguay, que este jueves divulgó, a través de su Cancillería, un comunicado en el que señalaba que «más allá de la legalidad invocada, el Gobierno uruguayo considera una profunda injusticia dicha destitución».

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