San Diego (EE.UU.).- El Parque de la Amistad, que se ubica en la frontera entre Estados Unidos y México, y escenario habitual de encuentros entre seres queridos separados por problemas migratorios, fue hoy un punto de reunión por el Día del Padre entre familias divididas por una orden de deportación.
Una de ellas fue la familia Castillo, cuyos 30 miembros se congregaron frente a la malla fronteriza que divide este parque emplazado entre California y Tijuana, para conmemorar esta celebración.
«Imagínese la alegría que le estoy dando por verme», señaló a Efe Salvador Castillo, músico y maestro de 65 años quien tras viajar desde Michoacán (México) se apostó en el lado mexicano del parque, para encontrarse con su hija Ingrid Lucrecia Castillo Sánchez, a quien no veía desde que hace 14 años fue deportado.
«Ahora que sabemos de este lugar vamos a venir más seguido», dijo con una felicidad agridulce la hija, que se trasladó desde la ciudad de Denver (Colorado) para saludar a su padre.Leer nota completa.
