El portavoz militar, Germán Alfaro, manifestó que el tráfico de drogas por tierras hondureñas conlleva el uso de instalaciones portuarias como las de Cortés, en el Atlántico hondureño, donde ya se han detectado significativos alijos de droga camuflada en los más sofisticados e inimaginables empaques.
Agregó que los cuerpos especiales han detectado contenedores que provienen del sur del continente portando mercaderías, pero que al pasar las pruebas antidrogas se les detecta positivo de residuos de cocaína.
Este mismo miércoles, 17 contenedores eran minuciosamente revisados en la Empresa Nacional Portuaria (ENP), por sospechas de contener sustancias prohibidas, cuatro de ellos dieron positivo a las pruebas científicas practicadas por las autoridades.
Hace unos días, Honduras instaló en el Caribe el primer radar para detectar narcoavionetas, lo que ha sido calificado como un escudo aéreo para contrarrestar los vuelos ilícitos.
Asimismo, distintos actores del país han expresado que se han logrado disminuir los vuelos de narcoavionetas en los últimos meses, una situación que obliga a las organizaciones criminales a implementar otras formar para el trasiego de drogas.
Intercambio de información con otros países es vital
El jefe de la Policía hondureña, Ramón Sabillón Pineda, le confió a Proceso Digital que los últimos golpes al narcotráfico tienen su asidero en el intercambio de información con otros países del área.
“Estamos preparados con tecnología, planes operativos y capacitación del personal que está diseminado en los diferentes operativos que se realizan una vez tenemos conocimiento de los mismos”, afirmó.
El jerarca policial relató que “la información que nos brinda inteligencia criminal contra el narcotráfico es por el intercambio con otros países, esto nos ha ayudado mucho para poder dar los golpes al crimen organizado”.
Explicó que los cuerpos de seguridad del Estado han sacado grandes beneficios de estos procesos planificados que han dejado importantes decomisos de cocaína, marihuana, precursores químicos y dólares.
Sin embargo, reconoció que las organizaciones criminales utilizan métodos sofisticados para el trasiego de sustancias prohibidas. “Estos grupos utilizan todo tipo de astucia para introducir drogas en el país, tenemos diferentes planteamientos sobre el tema y sabemos que su modo de operar es trasladarse de un Estado, también se puede camuflar en otros productos que es lo que están haciendo actualmente”, manifestó Sabillón.
Resultado de herramientas tecnológicas
De su lado, el portavoz militar, Santos Nolasco, dijo que el simple hecho de decomisar frecuentemente drogas al interior de contenedores es el resultado de múltiples herramientas tecnológicas que ahora dispone el Estado.
Añadió que como parte de esas herramientas, han fortalecido la vigilancia, los retenes, la inteligencia y «todo eso nos da como resultado que esté cayendo más droga, más bien alguna droga ya no está pasando y es posible que a futuro ya no pase por aquí».
Nolasco destacó que el trasiego de estas materias prohibidas se daba desde hace algún tiempo atrás, pero es hasta ahora que, gracias al esfuerzo de las autoridades, se ha logrado dar fuertes golpes a la narcoactividad.
«Es el resultado de las últimas medidas que el Estado ha tomado, porque antes sólo se detectaba (droga) en avionetas, ahora lo hacemos en barcos, en contenedores, en furgones y otros», remarcó el oficial del Ejército.
Resaltó además que las últimas medidas tomadas en aduanas aeroportuarias, terrestres y marítimas ha logrado los resultados esperados en cuanto al combate del trasiego de drogas, armas y dólares.
Pequeño radar de 120 millas de radio no es la solución
En tanto, el analista nacional Raúl Pineda Alvarado fue más allá al manifestar que cuando un país le cierra un camino a los narcotraficantes, éstos buscan otro y así sucesivamente.
El analista profundizó que el tráfico de drogas es multifactorial y multioperativo. “Sólo hay que recordar que cuando el GPS (Sistema de Posicionamiento Global) fue inventado, era un secreto que únicamente era manejado por el gobierno de Israel, Estados Unidos y los narcotraficantes, esto nos da una idea de los alcances, la creatividad y habilidad que tiene el crimen organizado en el campo de la narcoactividad para mantener la fluidez de la droga a un mercado como el norteamericano que a estas alturas debe tener 21 millones de adictos”.
Pineda Alvarado calificó el tráfico de drogas como “un problema social, de salud y económico”.
Agregó que “hay que ser ingenuos para pensar que atacando una de sus vías se resolverá o disminuirá el tráfico de estupefacientes. Si se cierra el espacio aéreo, se acude a la vía marítima o al terrestre, pero en caso de obstaculizarse estos tres caminos ellos van a inventar una modalidad fundamentada en los llamados tratados de libre comercio para surtir el gran mercado de Estados Unidos”.
“Pensar que un pequeño radar que cubre 120 millas de radio resolverá el problema de trasiego de drogas es un acto de suprema ingenuidad”, estimó.
Pineda Alvarado recomendó al Estado, hacer un diagnóstico muy preciso de cuáles son las vías que utilizan los traficantes de droga y conocer fundamentalmente la versatilidad que tienen para crear nuevas rutas. “Cualquiera que piense que existe un país que va a frenar de un día para otro el tráfico de drogas, es simplemente alguien que no sabe de lo que está hablando”, arguyó.
Aseveró que orientar la estrategia de combate solamente al decomiso de drogas no es suficiente, “se tiene que trabajar en el decomiso de la droga y terminar con el proceso del ciclo de la narcoactividad que termina en el Estado, en la medida que haya suficiente control en las instituciones financieras o mercantiles que sirven de instrumentos al lavado de activos, en ese momento sí se estará golpeando a la narcoactividad”.
