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Iglesia Católica pide a políticos liberarse de los demonios que impiden el diálogo

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Tegucigalpa –No es posible que en nuestra Honduras no se pueda llegar a un diálogo, ahí está un demonio del que hay que liberarse”, criticó el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez, durante la homilía dominical, asimismo, al régimen sandinista de Daniel Ortega por la represión desatada en contra del pueblo de Nicaragua.

-Igualmente, cuestionó la construcción de muros en lugar de puentes y que ahora en lugar de ver al migrante como un hermano se le ve como un enemigo.

Durante su homilía celebrada hoy en la iglesia catedral metropolitana San Miguel Arcángel de esta capital, el purpurado criticó que tristemente quienes lucharon contra la dictadura ahora son los dictadores, al referirse al gobierno de Ortega.

Rodríguez también criticó férreamente a quienes están “encerrados” y no quieren avanzar en el diálogo nacional, coordinado por Naciones Unidas en Honduras entre las fuerzas políticas del país.

El cardenal hondureño fustigó que en Nicaragua donde el poder está haciendo lo mismo cuando quiere callar la voz de la verdad, de la justicia, y “por esa razón debemos ayudar a quienes están resistiendo con la fe y tarde o temprano los dictadores no pueden seguir adelante”.

“Lo más triste es unos que lucharon contra una dictadura, actualmente son los dictadores, están destruyendo un país hermano que verdaderamente no merece esa injusticia”, cuestionó el líder religioso.

Aludiendo al salmo 84, el prelado refirió que la misericordia y la verdad se encuentran, la justicia y la paz se vengan y entonces la fidelidad pronta de la tierra y la justicia viene del cielo.

“Qué nos está diciendo este salmo que no podemos pensar que la justicia va a venir del cielo si somos injustos en esta tierra y si queremos crear la injusticia como verdad, no es justo que un pueblo tenga que sufrir por la ambición de algunos pocos que se resisten a dejar el poder porque han saqueado el poder”, reprochó el purpurado.

En ese sentido, pidió a los feligreses que la oración tiene que ser más fuerte y la solidaridad con los hermanos y hermanas que están sufriendo tanto en Nicaragua.

Citó que la segunda lectura que se refiere a la carta de San Pablo a los Efesios es un programa que siempre debemos tener bajo nuestros ojos, porque Dios tiene un plan precioso para cada uno de nosotros y eso es lo que ha repetido el papa Francisco en su última exhortación apostólica sobre la vocación de cada bautizado a la santidad.

“No devolver mal por mal, sino pensar en el bien y esto lo que precisamente nos está faltando en el mundo, no se puede tapar el sol con un dedo, no se puede vivir a base de insultos, de odio, de calumnias y de la maleficencia, tarde o temprano la verdad resplandece y aquellos que encuentran su fuerza en la calumnia y en el mal deben ponerse a temblar porque la justicia de Dios tarda, pero llega y la justicia de Dios no es como la justicia de este mundo, donde se puede comprar con dinero mayor injusticia”, apuntó.

Refirió que precisamente hoy concluye el Congreso Misionero Americano en Santa Cruz, Bolivia, donde Honduras ha tenido una representación y donde se ha recordado que cada discípulo está llamado a ser misionero especialmente en su familia.

“Es un trabajo, en nuestra Honduras no podemos dejar que la misión sea hacer el mal o enriquecerse con los bienes de los demás y después querer tapar el sol con un dedo, la misión y la llamada están siempre unidas, todo llamado está para ser enviado”, acotó.

Indicó que estamos llamados a promover la fuerza de la verdad, a amar, a perdonar, buscar la paz, estar desprendidos de las cosas y ayudar a los que más lo necesitan, confiar en Dios porque la eficacia de la misión no viene de las cosas, sino de la fuerza del Espíritu Santo.

“No tenemos que hacer discriminaciones, no hay casas, no hay barreras de raza, de condición para excluir a unos de otros, por encima de todo debemos crear esta comunión en el mundo y que triste que el mundo lo que nos está dando a conocer es todo lo contrario, el migrante ya no es recibido como un hermano hijo de Dios, es recibido como enemigo y entonces en lugar de puentes hacer muros”, cuestionó al aludir el pretendido muro que impulsa el presidente estadounidense Donald Trump en la frontera con México.

No obstante, Rodríguez pidió no solamente criticar a quienes hacen muros materiales, pues también se pueden hacer muros de cualquier tipo, de ideología, de política, de tendencia, en fin tantísimos muros, y eso no es lo que Dios quiere.

Agregó que otros piensen de otra manera no quiere decir que son enemigos porque todos somos hijos del mismo Dios, al tiempo que cuestionó que muchos están viendo endemoniados por todas partes y andan buscando exorcismos por todos lados.

Acotó que hay otro tipo de demonios y se debe ayudar a las personas a liberarlos de la tristeza, de la soledad, los que viven angustiados por cualquier causa, a los que no tienen trabajo, a los migrantes, a los que viven la injusticia y la violencia en Honduras, de las maras, de las pandillas, de las organizaciones criminales, esos son esos demonios modernos que hay que echarlos, liberar.

Agregó que también hay otro tipo de demonios que se deben liberar y que se refiere a modelos de estilos de vida, donde mucha juventud presiona a sus padres porque quiere unos tenis de marca, ropa de marca, pero es la misma ropa hecha en China con distinto nombre, y hay que ver cuántas presiones por ese tipo de estilos de vida que en el fondo esclavizan.

“No es posible que en nuestra Honduras no se pueda llegar a un diálogo, ahí está un demonio del que hay que liberarse, el orgullo, el egoísmo, el buscar solamente intereses particulares, buscar el bien común, el diálogo es el camino, dejémonos de pre-diálogos, se ve ridículo eso, es el momento en que debemos de echar el enemigo, liberar a nuestro pueblo para que verdaderamente lleguemos a entendernos como hermanos”, reprochó.

Argumentó que si bien hay injusticia, hay que combatirla con justicia, pero no con la mentira y tampoco con posturas encerradas porque el que se encierra nunca va a encontrar la verdad.   

En ese sentido, abogó y oró para que Dios ilumine a nuestros dirigentes de las facciones políticas para que entiendan que lo que tienen que buscar es el bien común, porque no se pueden encerrar en posturas egoístas y cerradas que no llevan a nada sino que se tiene que avanzar superando los errores, pero buscando la verdad.

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