“Lo que tenemos que hacer es permanecer en el lugar del amor, en el lugar de la vida. Aquí es donde vive Dios, no hay nada más hermoso que lo que encontrarnos con ello, no hay nada más bello que conocer del que vive todos los días de nuestra vida”, expresó.
El Cardenal lamento la situación en que se encuentra el país en relación a los altos índices de violencia y muertes.
“Como nos duele la situación de Honduras, actualmente, tantas muertes, tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta maldad”, recalcó.
“¿Por qué estamos en esta situación? -Pregunto- porque no han encontrado orden de vida, porque no han tenido una experiencia con Dios”.
Por lo cual, sugirió a la población convertirse en “misioneros” y “anunciar la verdad que pueda transformar nuestras vidas”.