Activistas y organizaciones humanitarias dijeron que si a finales de julio no hay resultados positivos, se verán obligados a profundizar las medidas de presión.
Las nuevas 16 personas que protestan frente a Casa Blanca, que residen en Nueva Orleans y Massachusetts, consumirán sólo líquidos y sustituyen a cuatro que ayunaron a partir del 8 de abril en la Plaza Lafayette, ubicada frente a la sede presidencial.
El hondureño Gustavo Bonilla dijo que «pedimos que paren las deportaciones, porque la policía no para de acosarnos pese a que fuimos nosotros los que reconstruimos Nueva Orleans tras la tragedia de Katrina.
Él y otros hondureños que viven en Nueva Orleans, apoyaron el trabajo de reconstrucción luego del huracán Katrina, «pero la policía nos persigue y estamos muy cansados, agotados», lamentó. Leer nota completa