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Hondureñas en la línea de la violencia: ¿víctimas o criminales activas?

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Tegucigalpa – La captura de al menos cinco féminas y el asesinato de otras tres durante el fin de semana, refleja la vulnerabilidad de un gran porcentaje de las mujeres hondureñas quienes se ven obligadas por las maras y el crimen organizado a involucrarse en actividades ilícitas que en el peor de los casos, las lleva hasta encontrar la muerte.
 

+El asesinato de tres modelos en la salida a Valle de Ángeles a mediados de marzo pasado, también es vinculado por las autoridades a relaciones con el crimen organizado.
 
El sábado, tras un operativo, miembros de la Policía Militar capturaron a al menos media docena de mujeres a quienes les decomisaron armas y droga, mientras pretendían introducir marihuana a la Penitenciaría Nacional “Marco Aurelio Soto” de Támara, Francisco Morazán.
 
Droga y armas
 
mujer-detenidaUna fuente policial informó que producto de un allanamiento realizado el viernes en la Penitenciaría Nacional, en la cual se decomisaron armas y más de tres mil carrucos de marihuana, agentes de inteligencia montaron un operativo de vigilancia que dio como resultado la desarticulación de una banda de mujeres que se dedicaba a trasegar armas, municiones, drogas y dinero.
 
A la media docena de mujeres, se les detuvo mientras pretendían introducir a la cárcel de Támara, una libra de marihuana cada una en su parte intima utilizando dispositivos que ellas mismas compactaban.
 
“Este es un operativo exitoso, ya que a una de las líderes de la banda se le allanó su vivienda y se les decomisaron 17 libras de marihuana y en donde se encontraron municiones, y armas”, señaló la fuente de la Policía Militar.
 
Extorsión y feminicidios
 
Mientras eso sucedía, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) capturaba a dos menores de edad vinculadas al delito de la extorsión en la capital hondureña.
 
Las menores fueron identificadas únicamente por sus alias de «La Traviesa” y «La Piwi».
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Según se informó, las menores eran utilizadas para extorsionar a comerciantes y transportistas.
 
Se indicó que “La Piwi” había sido capturada en marzo por ese mismo delito, y hace 10 días se había escapado del centro de rehabilitación de menores Casitas de la colonia 21 de Octubre de esta capital.
 
A las menores se les decomisó dinero en efectivo que habrían cobrado en unos seis negocios de la zona de los mercados.
 
2-feminas-asesinadasEse mismo día, en menos de 12 horas, tres mujeres fueron ejecutadas en dos hechos violentos registrados en diferentes sectores de la capital hondureña.
 
En un sector de la colonia Montefresco, fueron encontrad sin vida dos féminas quienes presentaban varios impactos de arma de fuego.
 
La muerte violenta de otra joven ocurrió en el kilómetro 14 de la carretera que conduce a la aldea El Piligüin, en las afueras de Tegucigalpa, la capital hondureña.
 
La joven fue hallada en medio de un charco de sangre productos de múltiples impactos de bala calibre 38 que le infirieron en la cabeza y a quien no se le encontraron documentos personales.
 
Controladas y obligadas
 
suyapa Martinez CEMHPara la directora del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), Suyapa Martínez, generalmente en estos casos, a las mujeres que capturan por traficar o tratar de introducir droga a los centros penales, es porque esas féminas habitualmente son controladas y obligadas a meterse en esas actividades ilícitas.
 
Indicó que el CDM realiza trabajos en barrios y colonias donde operan maras o pandillas donde a las mujeres hasta les prohíben teñirse el cabello de determinado color y si no aceptan participar en esas organizaciones, extorsionan a sus familias o las obligan a permanecer dentro de su casa.
 
“Realmente las maras o pandillas y la situación que se está viviendo en este país, en los barrios y colonias, pone a las mujeres en una situación vulnerable porque o responden a las exigencias o las matan”, comentó Martínez a Proceso Digital.
 
Reiteró que en la gran mayoría de casos, involucrarse en actividades ilícitas no es una voluntad propia sino que son obligadas a delinquir y en algunos casos las llevan hasta ser víctimas del feminicidio.
 

 

Responsabilidad del Estado
 
“Eso nos preocupa porque es responsabilidad del Estado proteger a las mujeres y tiene que tener toda una estrategia de prevención en los barrios y colonias porque no sólo se trata de militarizar esos sectores sino más bien hacer diagnósticos sobre lo que está pasando realmente”, acotó.
 
Indicó que para rescatar a las mujeres que ya están siendo obligadas a involucrarse en actividades ilícitas, el gobierno tiene que ofrecerles garantías de protección.
 

Señaló que en muchos casos, las mujeres se ven obligadas a protegerse solas o a quedar subordinadas a los líderes de las pandillas o crimen organizado que se dedican al narcotráfico y el sicariato.

 
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