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“Honduras tiene derecho a resucitar a algo mejor”: Cardenal Óscar Rodríguez

Tegucigalpa – El cardenal emérito de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, en la homilía de este domingo señaló que “Honduras tiene derecho a resucitar a algo mejor”.

El religioso reflexionó que este mes de noviembre es de suma importancia para el pueblo hondureño, por lo que exhortó a orar para que el maligno no prevalezca.

En ese contexto, dijo que Honduras tiene derecho a resucitar a algo mejor. El cardenal hondureño centró su mensaje en la festividad del Día de Difuntos.

No los podemos abrazar físicamente, pero los abrazamos con la memoria, la gratitud y la oración. Recordar no es quedarse en el pasado, es reconocer que el amor que vivimos con nuestros seres queridos sigue vivo.

“El dolor que sentimos cuando alguien muere está profundamente ligado al amor, solo se llora por quien se ama, no por desconocidos”, externó.

No obstante, enfatizó que la muerte no es el fin, es la continuidad del camino hacia el encuentro con el Señor Jesús.

“Todo sufrimiento, enojo, tristeza y miedo son realidades que pertenecen a esta vida, después de la muerte las almas justas entran a una realidad divina donde ya no hay dolor y no hay llanto”, acotó.

A renglón seguido, dijo que el Día de los Difuntos no debe ser un día de dolor y ni de tristeza, sino de consuelo.

“Creemos que la muerte no tiene la última palabra, nuestros seres queridos no están perdidos, están en Dios”, zanjó.

Hoy al recordar a nuestros seres difuntos no pensemos en la ausencia, sino en la presencia transformada, continuó.

El amor no termina en una tumba, solo cambia de forma, hoy oramos por los difuntos sabiendo que están felices en Dios, agregó.

A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del Evangelio de Juan 6, 37-40 

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día’’. (RO)

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