Tegucigalpa – El Comité Permanente de Contingencias (Copeco), junto a la comunidad internacional realizarán el 16 de febrero el primer simulacro regional en Cedeño, Marcovia.
“Lo importante es que la comunidad de Cedeño refleje lo aprendido con respecto a modelamiento, planes de contingencias, mapas, y mecanismos de Alerta Temprana ante olas de tsunami. Estas herramientas les servirán de por vida, siempre y cuando se actualicen año con año”, manifestó Juan José Reyes, jefe de Alerta Temprana de Copeco.
El objetivo es evaluar la capacidad de respuesta de cada uno de los miembros la capacidad de respuesta de cada uno de los miembros de los Comités de Emergencia Municipal (Codem), y del Comité de Emergencia Local (Codel).
“La propuesta se construyó hace dos años y fue aceptada por la UNESCO, Honduras era un país donde no se invertía en el tema tsunami genérico, sin embargo; este proceso es un ejemplo para los demás países a nivel mundial”, agregó al indicar que este es el primer simulacro por tsunami que se realiza en la región Centroamericana.
Son más de 150 personas los que serán testigos del trabajo de este plan piloto que servirá de ejemplo para varios países de Centro y Latinoamérica.
Actividad sísmica
El funcionario de Copeco señaló que las playas de Marcovia y Cedeño fueron elegidos para este simulacro por su ubicación en una zona donde hay mucha actividad sísmica.
Además, añadió que después del simulacro recibirán una certificación en “Tsunami Ready” que será extendido por el Centro de Alertas del Caribe y el Centro de Alertas del Pacífico.
“La idea es dar seguridad a los turistas que visitan las playas de Cedeño, Marcovia, Punta Ratón, el Edén entre otras; esto debido a que tenemos referencias de eventos que sucedieron en años anteriores”, explicó el funcionario.
Reyes detalló que una vez finalizado el simulacro, se aplicarán los ejercicios en las playas de Omoa, Puerto Cortés, Tela, Ceiba, Trujillo e Islas de la Bahía.
Antecedentes de tsunamis
José Jorge Escobar, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco, explicó que todos los países que tienen costas son propensos a los tsunamis; y que Honduras no es la excepción.
Registros indican que el tsunami de mayor intensidad que golpeó las costas hondureñas fue el que se registró el 4 de agosto de 1856, ocurrió en el Golfo de Honduras, cerca de Belice y que bañó toda la costa norte, Tela, La Ceiba, Trujillo y llegó hasta Gracias a Dios.
Este tsunami se cree que fue originado por un sismo de alta magnitud, entre unos siete y ocho grados. “No se tiene un recuento de cuántas muertes causó, pero si se sabe que ocasionó mucho daño”, relató.
“Datos históricos registran tsunamis en Centroamérica desde 1540. Han ocurrido entre 35 y 40 en todos los países del istmo, pero no han sido tan espectaculares como los que se presentan en Asía, en Japón y América del sur. También se han reportado otros tsunamis en la parte sur de Honduras, cerca del Golfo de Fonseca pero fueron relativamente pequeños” agregó el director de Cenaos.
