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Hemos descuidado la construcción de una sociedad con más oportunidades: Confraternidad Evangélica

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Tegucigalpa – La Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), se pronunció este domingo sobre la caravana migratoria de hondureños que intenta llegar a Estados Unidos, mediante un comunicado donde cuestiona los riesgos a los que se están exponiendo niños, mujeres y adultos; por buscar necesidades básicas fuera del país.

“Hemos descuidado la construcción de una sociedad con más oportunidades”, lamenta la organización en el comunicado denominado: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?”. 
En el documento la CEH hace un llamado para que se atiendan los derechos de los migrantes, al tiempo que agradece a los países de tránsito por sus acciones de misericordia con los compatriotas emigrantes.     
El pronunciamiento explica que “la caravana migrante de centroamericanos, mayormente de compatriotas hondureños, ocupa la atención de todos en los países involucrados. Nos conmueve que la conforman personas que son parte de nuestras iglesias, y nos preocupa que viajan muchos niños, en algunos casos no acompañados, y mujeres en estado de embarazo”. 
Añade que como en otras regiones del mundo, los migrantes van en búsqueda de la satisfacción de sus necesidades básicas y se pregunta ¿por qué migran en forma irregular los hondureños?, a lo que responde que porque todos les hemos fallado. 
En ese sentido, pide que “reconozcamos que nos hemos fallado unos a otros y hemos sobrepasado el límite de la queja y de la crítica; que hemos descuidado la construcción de una sociedad con más oportunidades, con más justicia en todas sus formas, con respeto y bienestar común. Las masas ciudadanas han buscado solución en sus caudillos, pero han bajado los ojos de los principios de nuestro Creador”. 
Agrega que “este momento está marcando el corazón de la nación de forma insospechada. La Iglesia busca la guía del Espíritu Santo para tener discernimiento desde la Biblia, y accionar para apacentar con el consejo y el consuelo divino, aportando soluciones para nuestras comunidades en crisis. Este momento no se trata de acusar ni defender a nadie; y no se trata de utilizar la necesidad ajena para intereses inapropiados. Para nosotros los cristianos, este momento se trata de ser intercesores para favorecer a un pueblo agobiado por causas profundas y de largo tiempo. A la vez, se trata de procurar ser centinelas ante cualquiera que pretenda impulsar la migración arriesgado la vida de quienes lo que buscan es socorro”. 
“Alcemos nuestros ojos y busquemos el socorro que viene de Dios, ya que también en Dios sostenemos nuestra dignidad ante cualquier país extranjero. A Él clamamos por Honduras, por los migrantes en caravana y por sus familiares dejados atrás; a Él clamamos por cada ciudadano; a Él clamamos conforme al Salmo 121”, apunta la CEH en su documento. 
Ora para que “Dios no permita ningún tropiezo; ningún otro dolor más al que ya sufre el migrante; ningún tropiezo por causa de engaños; ningún tropiezo por el acecho de grupos delincuenciales que se encuentren en su trayecto”. 
Que los migrantes vayan encontrando el trato misericordioso de parte de hermanos y solidario de parte de ciudadanos. Que la respuesta del gobierno, y la asistencia humanitaria de los gobiernos vecinos, sea eficaz en respetar la dignidad de los migrantes, y en ofrecerles alternativas favorables para su calidad de vida”. 
 Pide que Dios mismo cuide a las familias hondureñas que permanecen en el país y que como Iglesia, el cuerpo de Cristo, reflejemos amor y compasión como albergue y refugio a los desprotegidos. 
Que se actúe con el poder y los dones del Espíritu Santo para ser discípulos fieles y obreros activos buscando primero el Reino de Dios y su justicia, para contribuir al bien común y a la paz entre los ciudadanos, recalca. 
Eleva oraciones para que Dios proteja a Honduras de todo mal. “Ten misericordia Señor, como cuando la tuviste al ver las multitudes como ovejas sin pastor. Protege siempre al migrante, allana el camino para su retorno, ayúdanos a ser parte de la restauración de nuestra tierra. Que las familias puedan ser reunidas de nuevo y den testimonio de bienestar y paz en una nación que encontró su guía y socorro en nuestro Creador”, suplica finalmente. 
Pide que todo esto nos lleve a la reflexión para construir juntos una nación en justicia, donde haya socorro y oportunidad para todos, pues todos somos Honduras.
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