Tegucigalpa – La Sala III del Tribunal de Sentencia reprogramó para el 30 de noviembre el juicio oral y público en contra de Jaime Rosenthal Oliva como presunto responsable del delito de otros fraudes, en perjuicio del ciudadano Steffen Binoder y será durante el mismo en el cual una vez valorada la prueba evacuada en el debate que el Tribunal determinará la culpabilidad o inocencia del empresario.
Los hechos refieren que la familia Binoder Colindres tomó la decisión de adquirir una vivienda en la Inmobiliaria Villa Santa Elena S.A. de CV cuya actividad económica es la construcción; por lo que luego de ver los proyectos habitacionales decidieron comprar a la inmobiliaria antes mencionada dos lotes de terreno por la cantidad de dos millones 44 mil 770.20 lempiras, contrataron los servicios de dicha empresa para construir el inmueble valorado en dos millones 381 mil 127 con 70 centavos de lempiras en la urbanización Villa Santa Elena ubicada en la Aldea Guasculile en la jurisdicción del Distrito Central.
El ofendido Steffen Binoder en fecha 30 de noviembre de 2004 recibió la vivienda mediante un acta de recepción, pero dos meses después de habitar la misma se percataron que el inmueble presentaba fallas en varias partes de la estructura que había sido construida por lo que procedieron a formalizar los respectivos reclamos a dicha inmobiliaria, quienes realizaron las reparaciones de manera superficial, no así en la raíz de la falla por lo que el problema continuó.
Fue entonces que el ciudadano Binoder al sentirse defraudado se presentó ante el Ministerio Público con los medios de prueba que relacionan que el bien adquirido a la Inmobiliaria Villa Elena SA de CV cuyo representante es el Rosenthal Oliva, fue entregado sin reunir las condiciones establecidas, teniendo conocimiento que el origen de las fallas que presentaba la vivienda radicaba en el subsuelo donde se construyó el inmueble de acuerdo a estudios realizados por la Secretaría de Obras Públicas, Trasporte y Vivienda a través del departamento de Geotécnica. Ante las fallas que presentó su vivienda el ahora ofendido se vio en la necesidad de abandonarla y trasladarse a una casa rentada.
