Hace quince días, cuando desapareció al salir de su negocio, los familiares de Euceda Martínez reportaron el hecho y según se supo desde ese instante las autoridades policiales investigaban el caso, sin mayores resultados porque nunca hubo una comunicación con la familia de las víctimas.
La rectora Castellanos, en escuetas declaraciones a Proceso Digital, dijo que éste era “un nuevo golpe, no salimos de esto, estamos dolidos, él era alguien muy cercano a nosotros y son una familia sencilla y luchadora. No sabemos nada, estamos desconcertados”.
Castellanos confío en que las autoridades policiales efectúen su trabajo y sigan con las investigaciones, pero rehusó adelantar criterios que entorpezcan las pesquisas.
Debido al estado de descomposición en que fue encontrado el cuerpo, al parecer la tarde noche de este lunes y su reconocimiento este martes en la Morgue Judicial, el cuerpo del señor Alberto Euceda Martínez, fue enterrado de inmediato esta tarde en un cementerio capitalino, “no dio tiempo de un velorio digno”, dijo consternada la rectora Castellanos, que ha emprendido una fuerte cruzada por devolver la seguridad ciudadana a este país centroamericano.
Este nuevo golpe al círculo familiar más cercano de la rectora universitaria se produce justo cuando dentro de tres meses se cumplirá el primer aniversario del asesinato de su hijo, Alejandro Vargas Castellanos y su amigo, Carlos David Pineda, a manos de cuerpos policiales.
Su crimen sirvió para destapar una olla de corrupción y colusión policial con el crimen organizado que ha llevado al presidente Lobo Sosa a remover tres cúpulas policiales en menos de un año, sacar a los militares a las calles y tratar de contener el índice de homicidios promedio de 19 muertes diarias, en su mayoría por sicariato y armas de fuego.
Proceso Digital contactó al ahora sub director de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y portavoz policial Héctor Iván Mejía, quien dijo desconocer detalles del caso.
