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Guillermo y Kate ya son marido y mujer

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Londres – El príncipe Guillermo y Kate Middleton se convirtieron hoy en marido y mujer en una ceremonia celebrada en la abadía londinense de Westminster con cientos de millones de personas de todo el mundo como testigos a través de la televisión.
 

Los nuevos duques de Cambridge se dieron el «sí quiero» frente al altar principal de la abadía de Westminster, tras lo cual el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, les declaró marido y mujer.

«Pronuncio que sean hombre y mujer juntos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén», dijo Williams.

Previamente, los novios prometieron «amarse, confortarse y honrarse» en los votos matrimoniales que intercambiaron frente al altar y el príncipe Guillermo puso el anillo a la novia, una alianza de oro regalado por la reina, procedente de una mina del País de Gales, tal y como establece la tradición de la monarquía británica.

La pareja utilizó para la ocasión la ceremonia prevista en la Serie Uno del Libro de Oración Común de la Iglesia de Inglaterra.

Eran las 11.14 hora local (10.14 GMT), momento en el que Catalina se convirtió en su Alteza Real la duquesa de Cambridge, un título que Guillermo recibió por la mañana de su abuela, la reina Isabel II.

Todos los ojos estuvieron puestos en una contenida y emocionada Catalina, vestida con un elegante vestido color marfil, diseñado por Sarah Burton para la firma del fallecido Alexander McQueen. Ver más

Entrada de GuillermoEntrada de Kate

La boda

Con Kate Middleton se diluye la sangre azul de los Windsor


Con el matrimonio morganático entre el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, una muchacha de la clase media como parece indicar su propio apellido paterno, se diluye la sangre azul de los Windsor.
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Kate no prometerá «obedecer» sino «amar, confortar y honrar» a Guillermo

El ramo de novia de Kate, un
cariñoso guiño a su marido

El ramo de novia que portó Catalina para su boda con el príncipe Guillermo fue un cariñoso guiño a su marido, ya que incluía unas flores conocidas en el Reino Unido como «Sweet William» (Dulce Guillermo), una variedad que en español se conoce como clavel de Japón, ramillete de Constantinopla o minutisa.

El buqué también incluía mirto, liliáceas del valle y jacintos.

La tradición de las bodas reales británicas dicta que el ramo de la novia tiene que incluir un ramito de mirto del arbusto original plantado en 1845 por la reina Victoria en Osborne House, una propiedad real en la isla de Wight (sur de Inglaterra).

El ramo de Catalina contiene también mirto -flor que representa el emblema del matrimonio y el amor- de otra planta que se empleó para componer el buqué de la reina Isabel II en 1947.
El vestido de Kate

El secreto mejor guardado de la boda del príncipe Guillermo con Kate Middleton se desveló hoy finalmente: la novia llegó al altar con un elegante y sencillo vestido color marfil de la firma Alexander McQueen, diseñado por su actual directora creativa, Sarah Burton.

Kate Middleton, que salió dos minutos antes de lo previsto del hotel Goring, donde pasó su última noche de soltera, escogió un vestido que resaltaba su figura y estrecha cintura con un amplio lazo en la espalda y llevaba la cabeza cubierta por un fino velo.

Con un ligero escote en forma de «V», el vestido de la novia fue el centro de atención de quienes esperaban el histórico momento en la abadía de Westminster, a donde Kate, de 29 años, llegó acompañada de su padre, Michael Middleton, a las 11.00 hora local (10.00 GMT).

La diseñadora Sarah Burton creó para Kate unas ceñidas mangas con abundante encaje y una cola de 2’70 metros, mucho más corta que el vestido de novia de Diana, que medía 7,02 metros.


Guillermo y Catalina sellan su amor con
dos besos en el palacio de Buckingham


El príncipe Guillermo y Catalina, los nuevos duques de Cambridge, regalaron a la población el momento más esperado al darse hoy dos tiernos besos en el balcón del palacio de Buckingham ante miles de personas congregadas en el lugar.

La pareja repitió la escena de los padres de Guillermo -el príncipe Carlos y Diana de Gales en julio de 1981- al darse un beso ante miles de personas que gritaban «Guillermo y Catalina».

Después de los recién casados, salieron al balcón la reina Isabel II y el duque de Edimburgo; los padres de Catalina, Michael y Carol; el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles.

El balcón fue adornado por una cortina de color carmesí y contaba con ribetes amarillos, color que sintoniza con los tonos dorados de algunas de las rejas de la residencia oficial de Isabel II.

Tras la aparición en el balcón, el vuelo rasante de varios aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) irrumpió en el cielo sobre el palacio, dando punto final a la ceremonia del enlace.

La ceremonia se desarrolló con precisión matemática y solo hubo un momento de duda cuando Guillermo tuvo problemas para poner el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de su esposa.

El príncipe Guillermo no llevará alianza de casado.

El «sí quiero» fue recibido con júbilo en todo el país, donde millones de personas han seguido en las calles y en sus domicilios la que ha sido declarada como la primera «boda del siglo XXI».

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