Tegucigalpa – Los guatemaltecos irán hoy domingo 11 de este mes a escoger al sucesor del presidente Jimmy Morales, en segunda vuelta, y las opciones que tienen están precedidas de una incertidumbre, mientras la lucha contra la corrupción sufrirá el mayor revés de los últimos años ante la inminente salida del país en el mes de septiembre de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Las elecciones guatemaltecas, serán, en el fondo, el cierre de un ciclo en la lucha contra la corrupción y la impunidad en ese país, quien gane los comicios ya ha demostrado renuencia a que la CICIG continúe, pues se sienten afectados por su trabajo en vista que fueron señalados directamente por la Comisión.
Los comicios son disputados entre la candidata del centro izquierdista partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que encabeza Sandra Torres, y el candidato del partido VAMOS, Alejandro Giammattei, ambos con intentos frustrados en ocasiones anteriores de llegar a la presidencia guatemalteca.
Giammattei, exdirector de centros penales en Guatemala estuvo preso por 10 meses tras un motín en una de las principales cárceles de ese país que terminó en varias muertes, y según la fiscalía y la CICIG, el ahora candidato presidencial tuvo responsabilidad en esos hechos, pero la justicia le absolvió. Giammattei es cuestionado por algunos vínculos con personajes con ligues en la criminalidad, entre ellos Manuel Baldizón, otro excandidato presidencial que fue capturado en Estados Unidos, acusado de lavado de dinero.
Los candidatos presidenciales en Guatemala Alejandro Giammattei y Sandra Torres
Dos presidenciables incómodos con CICIG
Todos estos hechos son desmentidos por Giammattei, un hombre de derecha y políticas de mano dura, que ha dicho públicamente que, si bien no tiene rencor hacia la CICIG, cree que los guatemaltecos son quienes deben resolver sus problemas de corrupción, que la Comisión ha hecho mucho, pero también se ha equivocado.
En tanto, la candidata de UNE, Sandra Torres, exprimera dama guatemalteca que se divorció del expresidente Álvaro Colom, para poder aspirar a la presidencia en el 2015, llegó a la segunda vuelta y perdió frente al ahora actual presidente Jimmy Morales.
En esta nueva oportunidad por aspirar a la máxima magistratura de ese país, Sandra Torres va nuevamente a segunda vuelta, luego que la CICIG y la Fiscalía intentaran infructuosamente frenar su candidatura al acusarla de haber financiado su campaña con fondos no lícitos. Pero la Corte de Constitucionalidad amparó a Torres y bloqueó así el proceso en su contra.
Torres no se ha pronunciado si en caso de ganar la presidencia en segunda vuelta, daría continuidad a la CICIG. Sus allegados manifiestan que la lucha contra la corrupción seguirá con o sin CICIG, pero resaltan Torres ha sido víctima directa de la Comisión y no creen que haya espacios a la renovación del convenio.
La firma de un acuerdo sobre asilo con Guatemala para resolver la crisis migratoria.
Así los guatemaltecos van a las urnas a escoger sobre dos candidatos con fuertes cuestionamientos y en medio de otra crisis, ligada a la de la corrupción: el tema migratorio luego que el presidente Jimmy Morales decidiera volver a Guatemala un “tercer país”seguro para frenar la ola migratoria frente a las fronteras de Estados Unidos.
La decisión guatemalteca de ser una especie de “represa migratoria” contra los migrantes salvadoreños y hondureños, especialmente, ha desatado un revuelo en ese país, al grado que una delegación de congresistas demócratas encabezada por su líder, Nancy Pelosi, llegaron antes de las elecciones de segunda vuelta a Guatemala para abordar ese y otros temas con actores claves de ese país.
La candidata de UNE, un partido que se denomina de centro izquierda ha cuestionado mucho esta decisión de Jimmy Morales, en pleno fragor de campaña, le ha pedido su renuncia, mientras Giammattei se ha mostrado más comedido al respecto.
El comisionado de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez y presidente Jimmy Morales.
CICIG alista su salida
En medio de ese proceso electoral donde los guatemaltecos buscan escoger entre el menos malo, los integrantes de la CICIG han empezado a anunciar su retiro del país, al vencerse el 3 de septiembre el plazo de extensión que ha dado vida al convenio. El presidente Morales en enero anunció que la CICIG no va más, luego de ser investigado él, su hijo, y su hermano, por presuntos ilícitos, unos relacionados al financiamiento de campañas, otros por abuso de autoridad. Esta decisión ha sido acompañada por la mayoría de las elites políticas y empresariales del país, así como por Estados Unidos—principal impulsor de la CICIG—que ahora ha dado un giro de timón al decantarse por una “revisión” de funciones.
La sociedad civil, el mayor aliado junto al pueblo guatemalteco que tiene la CICIG, no han podido penetrar las decisiones políticas para lograr la ampliación de su mandato. La CICIG se instaló hace 11 años en Guatemala y ha logrado desestructurar al menos 300 redes criminales de corrupción, ha encarcelado a un expresidente y a una exvicepresidenta, además de políticos, diputados, exdiputados y otros altos funcionarios y ex burócratas, además de empresarios ligados a hechos ilícitos.
Expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina acusado de liderar una red de defraudación conocido como «La Línea».
El comisionado de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez, quien dirige la Comisión desde el exterior en vista que el gobierno de Guatemala le tiene prohibido su ingreso, en declaraciones brindadas a la prensa guatemalteca dijo que ellos han cumplido su función y que han recomendado a la Fiscalía de Guatemala que el personal capacitado de CICIG pase a ser parte de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), pero que la fiscal general, Consuelo Porras, no ha ofrecido ninguna respuesta.
Presionada por las declaraciones de Velásquez, la fiscal Porras dijo que este agosto rendirán un informe de los logros de la CICIG y la FECI, que la transición marcha bien y que el traslado de los 60 empleados ofrecidos por la CICIG para que se integren a la FECI está siendo “evaluado” por el departamento de recursos humanos del Ministerio Público guatemalteco.
Velásquez dijo que la lucha contra la corrupción y la impunidad en Guatemala es regida por enormes mafias que han cooptado el Estado. Velásquez es considerado una especia de zar anticorrupción que generó esperanzas en la primavera chapina en su lucha anticorrupción, pero se “extralimitó” según la élite política, al tratar de desmantelar las redes intelectuales detrás de la corrupción.
Solo un golpe de suerte, un giro de timón en la lucha contra la corrupción podría dar respiro a la CICIG, pero esto indica que el 3 de septiembre se cierra ese ciclo en la historia guatemalteca, y hay quienes se atreven a indicar que también habrá repercusiones en los otros dos países del Triángulo Norte que han empujado también importantes luchas anticorrupción.
