Catalogado por los medios de comunicación como la mejor copa del mundo, futbolísticamente hablando, Brasil 2014 fue una caja de sorpresas de principio a fin, a pesar de que este país suramericano afronta grandes problemas económicos y sociales, su gente le dio la acogida a la copa de todos, corroborando que son una nación futbolera.
Desde la fase de grupo hasta la final entre Alemania y Argentina el mundial cautivó a millones de aficionados de este deporte, haciendo que las preocupaciones y las tristezas desaparecieran durante 90 minutos o un poco más cuando se fueron a tiempo extra.
Es increíble cómo se vivió la fiebre mundialista, todos esperábamos el cierre del mundial, unos por ver a Shakira cantar y bailar, y otros por acabar con la incertidumbre de saber si la copa se quedaba en América o si se iba al viejo continente.
Rodó el balón en el imponente y legendario estadio de Maracaná en Río de Janeiro, los teutones contra la albiceleste se disputaban la presea tan anhelada, el título de campeones estaba en juego.
Los 90 minutos reglamentarios arrancaron con un partido cerrado donde ambas escuadras tuvieron claras oportunidades de definir pero no lo lograron.
Como dice mi hermano, los finalistas nos ofrecieron fútbol gratis y el alargue parecía que terminaría sin goles, pero Mario Gôtze al minuto 113 rompió soberbiamente la meta ratificando aquel dicho del ex jugador inglés Gary Lineker que reza que «El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan».
Alemania hizo historia al convertirse en la primera selección de Europa que gana una copa del mundo en tierras americanas. En las siete ocasiones anteriores que el mundial se ha disputado en América ningún combinado europeo había podido hacerse del triunfo.
Desde que comencé a escribir hablé de las sorpresas que este mundial nos daría y esta es una de ellas. Brasil deja postales imborrables, pintándonos escenarios inmejorables donde la belleza de sus paisajes se combinaba con la magia del fútbol.
Con su Cristo redentor que es una mezcla de la majestuosidad arquitectónica y la arraigada fe cristiana, Brasil, el país que hace un mes nos daba la bienvenida hoy nos dice adiós.
Muchos dicen que este fue el mundial más desorganizado que sus ojos han visto, que las ceremonias de inauguración y cierre fueron pobres y que no tienen comparación con las anteriores, entre otras cosas, pero a pesar de ello la tierra de la zamba trató de mostrarnos su mejor versión.
Gracias Brasil por darnos encuentros que hicieron felices nuestros días, gracias por demostrarnos que más allá de los problemas siempre se puede salir adelante, por unir a una región y a un continente, por recordarnos lo hermoso que es el fútbol y todo lo que él encierra, por eso y más GRACIAS BRASIL, sin duda alguna nos ofreciste un mundial inolvidable.
Ahora la espera de Rusia 2018 comienza, y haciendo alusión a un reconocido periodista hondureño, faltan 1461 días para arribar al 15 de junio del 2018 fecha en la que se estima iniciará la próxima justa mundialista desbordando nuevamente la pasión por el fútbol.
