Recalcó que los índices macroeconómicos con los que cerrará el gobierno del presidente Porfirio Lobo, son más o menos, los mismos que adelantaron en su momento diversos analistas y en ese sentido, el déficit fiscal se ubicará entre un siete y ocho por ciento del PIB.
Agregó que el gobierno ha tenido que hacer enormes esfuerzos, incrementando incluso la deuda para poder cumplir con los compromisos, algunos de los cuales a esta fecha aún están por saldarse.
Destacó que lo rescatable es que a pesar de que es una deuda, el gobierno ha hecho su mejor esfuerzo para cumplir sobre todo en el tema de salarios, pasivos laborales y el aguinaldo que es obligatorio en las instituciones del gobierno.
Por otro lado, señaló que el tema de los impuestos debe analizarse más allá de la mera implementación de una carga impositiva porque la generalidad de los contribuyentes cuando se les aumentan los tributos, tienden a buscar mecanismos de evasión.
En ese sentido, consideró que si el nuevo paquete de medidas fiscales, no va a la par de un mecanismo que contribuya que no haya esa evasión y que además los contribuyentes perciban que se están utilizando bien los dineros del Estado, va a ser muy difícil que se cumpla con el objetivo.
“El otro tema es el de la corrupción y el mal uso de los fondos públicos, tiene que ser una medida que vaya aparejada de otras medidas para poder lograr recaudar más fondos que le permitan al gobierno trabajar en un ambiente menos tenso económicamente y menos presionado de lo que estuvo el gobierno del presidente Lobo”, arguyó.
Consideró que además del paquete de las medidas fiscales, el nuevo gobierno tiene que reforzar las aduanas, profesionalizar y tecnificar la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y paralelamente crear mecanismos que permitan un mejor uso de los dineros del Estado y hacer un gobierno más pequeño, transparente, moderno y eficiente que responda a las necesidades de los ciudadanos que es la función de un gobierno.
