Francisco, hijo de inmigrantes italianos y nacido en Argentina, un país marcado por la constante migración, sabe del dolor de quienes se ven obligados a dejar su tierra para ir en busca de la vida digna que en sus poblados natales se les ha negado.
Son muchos los que huyen de la violencia, van tras un empleo o simplemente son jóvenes que se marchan para alcanzar en el camino a sus progenitores.
La jornada papal que se efectuará este lunes ocurre en una época en la que el fenómeno migratorio se intensifica en esa región.
Francisco es un Papa que para los hondureños representa una cabeza eclesial, especialmente significativa, su cercanía con la Iglesia hondureña y sus vínculos con el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, marcan este sentimiento que ha sido palpable en la feligresía de una Honduras que también tiene su sello migratorio. Por los menos 1.4 millones de hondureños están esparcidos por el mundo. Leer nota completa