spot_img

Fin del bipartidismo en España y el temor ante el desafío catalán

Compatir:

Madrid – España se encamina al fin del bipartidismo y ante una incertidumbre por el surgimiento de nuevos partidos populistas, en medio de la crisis por el desafío independista catalán.

Tanto el Partido Popular, en el gobierno, como el Partido Socialista, el principal de la oposición, han visto desaparecer su hegemonía bipartidista ante la aparición de “Podemos”, un partido de extrema izquierda, que en menos de ocho meses, se ha convertido en la tercera fuerza política del país.
Los jóvenes intelectuales que lideran “Podemos” han hecho tambalear el espectro político de España con un programa populista,  aprovechándose de la actual crisis económica y de los escándalos de corrupción que han agobiado a los dos principales partidos, especialmente al Popular del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Los sondeos confirman el fulminante ascenso de “Podemos”, que está pisando los talones al Socialista y que pronto podría superar al Popular, cosa que nunca antes se había visto en la política de este país.
Pero, una cosa es decir una intención de voto en un sondeo, y otra decidir a quién votar en el día de unas elecciones. Por eso, el Partido Popular espera que el miedo se apodere de la clase media y en unas votaciones verdaderas, que podría ser en el año 2016, voten por algo “seguro” y conocido.
Aun así, se espera que el Partido Popular pierda la mayoría absoluta parlamentaria que actualmente goza en el Congreso y tenga que buscar coaliciones.
Pedro-sanchez“Podemos” está, ante todo, haciendo perder votos a los de la izquierda, empezando por Izquierda Unida (comunista) y arrebatando seguidores al Socialista, que no levanta cabeza con su nuevo líder, Pedro Sánchez, después de la retirada del histórico Alfredo Rubalcaba.
El gobierno de Rajoy sigue acumulando fracasos y, tras los escándalos de corrupción en sus propias filas, ahora tiene encima el mal manejo de la supuesta consulta del 9 de Noviembre en Cataluña sobre su independencia, que ha dejado a todos con un mal sabor de boca.
Rajoy, después de repetir una y otra vez, que no iba a permitir ningún referéndum o consulta secesionista en Cataluña, se quedó de brazos cruzados y dejó que el Presidente de la Generalitat (Gobierno regional catalán), Artur Mas, sacara las urnas.
En esta consulta, sin censo o legalidad alguna, unos dos millones de catalanes votaron a favor de la independencia. Pero seis millones de catalanes prefirieron quedarse en casa y no votar.
A pesar de la escasa participación y la ilegalidad de la consulta, Mas proclamó como un “éxito total” la consulta, en un claro desafió al estado español y, sobre todo, a Rajoy-
Se le critica a Rajoy que no hubiera hecho mas para impedir que se votara en Cataluña, después que el Tribunal Constitucional hubiera declarado como “ilegal” la consulta.
Aparentemente, Rajoy estaba esperando que la Fiscalía del Estado actuara con una querella contra la Generalitat y cerrara los centros de votación, cosa que no sucedió.
Fuentes del gobierno aseguran que Rajoy prefirió no enviar la policía para decomisar las urnas para evitar actos de violencia y dar, una vez mas, argumentos a los catalanes de que son víctimas del autoritarismo de Madrid.
RajoyRajoy tardó tres días en dar la cara y, en una rueda de prensa, declaró que la consulta había sido ilegal, que no serviría para nada y que todo había sido un acto de propaganda.
Sea como sea, la ambigüedad y falta de reacción, ha dejado tocado al presidente de Gobierno, que parece siempre ir detrás de lo que surja en Barcelona.
El Partido Socialista, siempre dispuesto a sacar tajada de esta crisis que desborda a Rajoy, ha sugerido que la única solución al problema catalán es el de una reforma federal a la Constitución para darle más autonomía a Cataluña.
spot_img
spot_img

Más noticias

spot_img
spot_imgspot_img