Madrid – El Partido Popular (PP), del centro derecha, ganó las elecciones generales en España, pero sin mayoría suficiente para poder gobernar en solitario y necesitará entrar en coalición para evitar seguir gobernando en funciones.
La gran noticia de esta jornada electoral, la segunda en menos de seis meses, ha sido que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (izquierda moderada) ha quedado en segundo puesto, evitando el temido “sorpasso” que todos los sondeos indicaban que le iba a infligir la coalición Unidos Podemos (UP), de izquierda radical y comunistas.
En pocas palabras, los vencedores de esta jornada han sido el PP, y el PSOE, y los grandes derrotados han sido UP y Ciudadanos (centro).
Y de igual forma, han quedado mal parados todos los sondeos previos que indicaban que UP iba a superar al PSOE y, en segundo lugar, quedaría muy cerca del PP.
Los resultados finales indican que el PP ganó con el 32.95 por ciento de los votos, el PSOE con el 22.77, UP con 21.13 y Ciudadanos con el 12.97.
El partido PP de Mariano Rajoy, quien ha venido ejerciendo como Presidente del Gobierno en funciones desde las elecciones del 20 de diciembre, se ve como el gran victoriosos de esta jornada, pero todavía muy lejos de poder conseguir una mayoría parlamentaria ya que el PSOE había dicho previamente que no iba a entrar, “jamás”, en una coalición con la derecha.
Por lo tanto, se prevé, que la incertidumbre política de los últimos meses, va a continuar en España, aunque los dirigentes de los cuatro partidos se habían prometido que no serían necesario unas terceras elecciones para salir de este punto muerto.
Qué duda cabe que el “brexit”, el referéndum de salida del Reino Unidos de la Unión Europea, ha tenido una enorme influencia en esta votación y que los votantes, impulsados por el miedo a la inestabilidad, han preferido votar por los partidos tradicionales y no aventurarse con UP.
Lo sorprendente también ha sido el descalabro de Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, ha perdido la mitad de sus escaños, como un castigo, tal vez, por su ambivalencia política, por su fracasada alianza con el PSOE y luego su insistencia de que el PP quitara a Rajoy como líder de partido y de gobierno.
Una coalición entre el PP y Ciudadanos no daría los suficientes 176 escaños de mayoría parlamentaria y solo una, muy improbable, entre el PP y el PSOE, si lo daría.
El segundo de UP, Iñigo Errejón, tuvo la gallardía de reconocer que el resultado había sido “muy malo” para su coalición, después de haber pisado, según los sondeos, la posibilidad de quedar en segundo lugar, a un paso del PP.
La victoria del PP de Rajoy ha sido más abultada de lo que se esperaba y a pesar de los últimos escándalos de corrupción de su partido y de las grabaciones secretas donde el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, discutía unos planes para perjudicar a los dirigentes del gobierno catalán, para evitar sus planes independentistas.
Una coalición “progresista” de izquierda, entre el PSOE y el UP, tampoco lograría la mayoría parlamentaria de 176 escaños, pero si lo haría con el apoyo, muy improbable, de Ciudadanos.
Esta jornada ha sido una gran victoria personal de Mariano Rajoy, del PP, y de Pedro Sánchez (PSOE), que se han mantenido como líderes de sus propios partidos, a pesar de los sondeos que indicaban un descalabro electoral para sus agrupaciones.
Y una derrota, de Pablo Iglesias, líder de Podemos de tendencia de izquierda radical, de Alberto Garzón, de Izquierda Unida (comunista) y de Albert Rivera (Ciudadanos).
