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Encuentro Nacional Extraordinario de los “Municipios de Bienestar Solidario”, para la gobernanza en salud

Por: Dr. H. Roberto Herrera Cáceres
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos

El tema central de este Encuentro nacional extraordinario de los “Municipios de Bienestar Solidario”, es asegurar la gobernanza en salud, desde lo local, con enfoque basado en los derechos humanos, mediante la utilización eficaz de los recursos descentralizados de la operación “Fuerza Honduras “, en la contención y control de la COVID 19; y el inicio de sistemas municipales resilientes de salud. 

Utilizar eficazmente los recursos descentralizados de la operación “Fuerza Honduras “, es emplearlos en la línea de lucha específica contra la COVID 19, como complemento nacional a los esfuerzos locales por la atención primaria y resiliencia en salud, en los territorios municipales, e impulso hacia sistemas municipales resilientes de salud, en la postcrisis.

Los “Municipios de Bienestar Solidario” como “Municipios de derechos humanos” han asumido un compromiso con el cambio social de la realidad previa a la pandemia y actual, ante la injusticia e indignidad que prevalece dentro de nuestro Estado y sociedad. No se pensaba, en nuestro segundo encuentro ordinario, el 10 de diciembre de 2019, en la grave amenaza de la enfermedad COVID – 19 y que seríamos víctimas de ella. Pero, hoy que ha llegado a nosotros, nos revela que la persistente situación de injusticia e indignidad se ha agravado con ella; y que es necesario unir la solución de la pandemia y epidemia con la atención a las causas fundamentales de los problemas permanentes y generalizados en nuestras comunidades, y avanzar en su solución.

En el caso de los treinta y seis “Municipios de Bienestar Solidario” MBS, se cuenta con una ventaja y es que, además de la institucionalidad que tienen todos los municipios, en general, como MBS tienen la especial, consistente en un clima de cambio social hacia la buena gobernanza y positividad del Estado de Derecho orientado y determinado por el fin supremo del Estado y la sociedad, de proteger, promover y defender los derechos humanos de los habitantes, en expresión de democracia real; con una atención especial a  las personas en condición de vulnerabilidad, integradas en Redes Multisectoriales que, además de ser reconocidas trabajan armónicamente con las autoridades locales, y se han constituido en modernos defensores de derechos humanos de todas las personas y grupos en condición de vulnerabilidad; con autoridades y otros actores que, organizados en Sistemas Locales de Protección y Promoción de los Derechos Humanos, han avanzado por el camino seguro de la buena gobernanza, con responsabilidad representativa de servicio constante al pueblo en el logro del bien común, respeto a la transparencia, participación ciudadana, afirmación de la democracia real, asegurando el goce progresivo de los derechos humanos de los habitantes por medio del conocimiento de la relación entre derechos humanos y los objetivos de desarrollo sostenible; y con ello, evidenciando una visión política diferente a la tradicional, que posibilita marcos innovadores para soluciones a crisis, como la actual COVID 19 y Dengue, y para proseguir en la nueva normalidad, hacia el encuentro de un orden social de dignidad humana y justicia social.

En esta ocasión, se trata de aplicar, los recursos locales y los complementarios de esta operación “Fuerza Honduras”: hacia una solución de prevención, atención, contención y control del COVID 19 que sirva de puente seguro para una nueva normalidad que apunte hacia el bienestar comunitario en salud y otros bienes sociales en nuestros municipios.

A pesar de la desgraciada situación en la cual nos encontramos, derivada de la COVID-19 y del Dengue que han logrado superar las fuerzas y barreras de la institucionalidad estatal del nivel central: hoy se plantea ese desafío al nivel local, cuya respuesta unificada y ordenada es la única y última alternativa de protección y defensa de la vida y salud de quienes habitamos esta preciada tierra de Honduras.

Esta última alternativa, es la primera que el CONADEH ha venido recomendando. Pero la realidad, nos ha llevado a ésta situación, en la cual todos los municipios deberán demostrar, por medio de su institucionalidad y organizaciones comunitarias y otros actores locales, su preparación, capacidades y recursos propios para ejercer plenamente su autonomía y la eficacia de sus funciones, y para la utilización de los recursos descentralizados o complementarios que deba asignarles el Gobierno central. El CONADEH estará a su lado, para apoyarlos y velar por la atención de los deberes de las autoridades centrales, y el cumplimiento de los propios de las autoridades municipales.

Entre nuestros 298 municipios, destacamos hoy éste encuentro extraordinario con los 36 “Municipios de Bienestar Solidario”, por ese especial conocimiento, empoderamiento y aplicación de la “Estrategia de Seguridad Humana para el Desarrollo Local Sostenible” que, en diciembre del 2015, el CONADEH lanzó en todo el territorio nacional.

Recordemos que seguridad humana es el derecho de las personas a vivir en libertad y con dignidad, libres de la pobreza, el temor y la desesperación, dando respuestas a las necesidades locales reales, orientando a la prevención de los problemas, al empoderamiento de todas las personas y comunidades, y a conducir hacia la solución nacional que sea compatible con las necesidades y realidades locales de los municipios. 

Por lo anterior, los “Municipios de Bienestar Solidario” saben que deben compartir solidariamente sus buenas prácticas y aprendizajes, con las mancomunidades de las cuales son parte, y con todos lo demás municipios que hoy también han querido acompañarnos y los otros que así lo requiriesen.

Ese es el espíritu de esa estrategia por la dignidad humana y justicia social y ello se expresa en el lema de los “Municipios de Bienestar Solidario”, que deriva de las raíces de nuestra historia y de nuestra descendencia indígena maya. Lema que utilizamos como un llamado de acción, entre los municipios, para: “Que todos se levanten, que se llame a todos, que no haya un grupo, ni dos grupos de entre nosotros, que se quede atrás de los demás”.

La Operación “Fuerza Honduras” es iniciativa del Gobierno, a la cual reiteramos nuestra enhorabuena pues es reconocimiento estatal a la institucionalidad municipal en cuanto a la madurez de su autonomía para el ejercicio de la buena gobernanza, seguridad humana y desarrollo local sostenible. Por ello, merece su transparente cabalgestión y aprovechamiento locales, en beneficio exclusivo de las personas y comunidades locales.

  • El Decreto Ejecutivo que crea la operación “Fuerza Honduras”, transfiere fondos, como complemento a los que, por su autonomía municipal, debe haber en los presupuestos municipales en apoyo a los servicios de salud en los municipios, para realizar acciones de prevención y atención por la enfermedad de la COVID-1. 

  • Para el mejor uso de dichos fondos y lograr el esperado impacto social en salud, los municipios necesitan evitar los errores que se cometieron anteriormente y utilizar las buenas prácticas que se lograron.

  • La COVID 19 y el Dengue que nos agreden y el reconocimiento que se hace a los municipios como baluartes de la gobernanza en salud para vencerlos, es un reconocimiento del valor del gobierno local para toda la actividad humana de su municipio, porque al ocuparse del derecho humano a la salud debe mantenerse presente la atención a la interrelación e indivisibilidad de todos los demás derechos humanos que son parte de la dignidad humana de las personas que forman la comunidad municipal.

  • De ahí que el reto es a demostrar que los municipios tienen la capacidad de hacerlo. Para ello, es necesario evidenciar la mejor utilización y los mayores y mejores resultados en la aplicación de los recursos descentralizados de la operación “Fuerza Honduras”, y aplicarlos tanto en las comunidades de la cabecera municipal, como en sus aldeas, caseríos y en personas, en otros lugares menos habitados. A subrayar que es postulado fundamental de la autonomía municipal: la facultad de recaudar sus propios recursos e invertirlos en beneficio de la comunidad en todo el término municipal, incluyendo los que, en circunstancias especiales como las actuales, la comunidad y autoridades locales puedan recoger de su población y de otros actores como la empresa privada y las ONG, en sus localidades, a los cuales (para la mejor atención, contención y control de la enfermedad de COVID 19) deben agregarse los de la operación “Fuerza Honduras”. 

En todo caso, la buena gobernanza, requiere de sistemas locales resilientes de salud comunitaria que, además de todo lo relativo a la normal atención primaria en salud de la comunidad, tengan la capacidad de responder a situaciones imprevistas y brindar oportunamente los servicios necesarios con comunidades preparadas para contribuir, con su gobierno municipal y sistema local de salud, a afrontar las crisis, con respuestas eficaces.

 Por lo tanto, los centros de salud no deben convertirse en espacios de triaje ni desviarse de su normal funcionamiento, sino fortalecerse para cubrir las otras necesidades a en atención primaria de salud, diferentes a la enfermedad COVID 19.

Los centros de triaje COVID 19, con espacios de estabilización de los pacientes, son buenas prácticas del Gobierno central que ameritan desarrollarse no sólo en la cabecera municipal, sino que, en aldeas estratégicamente situadas, constituyendo redes rurales que puedan atender caseríos y lugares menos habitados, y así no dejar abandonado a ningún ser humano, y, en aquellos lugares donde hubiere, se pueda atender debidamente a nuestros pueblos indígenas y afro-hondureños.

Como parte de esa atención primaria de salud de emergencia, se requiere organizar brigadas médicas, urbanas y rurales, debidamente provistas de su equipo de bioseguridad; de pruebas rápidas confiables a practicar a personas sintomáticas o asintomáticas; de medicamentos de atención primaria, en especial contra COVID 19, Dengue y otras enfermedades infecto-contagiosas; de medios de sensibilización e información sobre el peligro de esas enfermedades, la atención a contagiados y la importancia de localizar a los contactos, para evitar la propagación del contagio, con la cooperación de la comunidad. 

Importa también que el municipio organice brigadas móviles de ayuda alimentaria para atender necesidades de personas de lugares alejados a las cabeceras departamentales y desatendidas completamente por “Honduras Solidaria” y otras ayudas de organizaciones de sociedad civil o privadas. De especial interés, se revela la mayor funcionalidad y cooperación solidaria en salud, de las Mancomunidades de Municipios y de la Red Hondureña de Comunidades, Municipios y Mancomunidades Promotoras de la Salud, para reforzar la acción de cada uno, así como el esfuerzo de todos de proteger a las poblaciones de todos, incluyendo a quienes habitan en áreas limítrofes con otros países.

La Buena Gobernanza requiere que, durante esta emergencia, el Gobierno Municipal mantenga, junto a la atención al derecho a la salud, el mejor goce posible de los otros derechos humanos de la población, en especial de los demás derechos sociales, así como culturales, económicos y medio ambientales, tal como lo hemos recomendado y orientado, con la guía clara de los objetivos de desarrollo sostenible señalados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que es un plan de acción, adoptado por el Estado de Honduras, a favor de las personas, del medio ambiente y de la prosperidad y que debe adecuarse a las realidades y necesidades de cada municipio, según su propia planificación, políticas y estrategias locales, en armonía con la nacional. Ahí, el tema de las personas en condiciones de pobreza, deberá ser siempre un tema central, buscando su inclusión social en el esfuerzo comunitario por el desarrollo sostenible local. De igual manera, son determinantes las soluciones a los temas del hambre, el desempleo, la disponibilidad del agua potable y energía eléctrica, la educación de calidad, el crecimiento económico inclusivo y equitativo, y la mitigación del cambio climático, entre otros.

Sin esa diligente gobernanza, no se podrá atender debidamente la actual emergencia ni las necesidades crecientes que, ya se evidencia, vendrán a impactar más fuertemente, después de ella, en la post-crisis.

En todo caso, los municipios nunca estarán solos. Siempre tendrán el acompañamiento del CONADEH que los apoyará velando por que las autoridades centrales cumplan sus deberes y responsabilidades y fomentando también la cooperación internacional hacia las comunidades y gobiernos municipales.

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