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En la hebra entre las culturas

Por: Armando Euceda

Melissa y Norma son dos profesoras de literatura y Lida lo es de historia.

Ellas cursan un Doctorado en Educación en la UPNFM, en Honduras. Leonarda es periodista y tecnóloga en educación, egresada del programa de Doctorado en Educación de la UNED de Costa Rica. Leo hace los ajustes finales de la investigación científica con la cual culminará su doctorado.

Estas mujeres en su siglo, hondureñas, tejen sus ideas doctorales en la hebra entre las culturas que se bifurcaron desde comienzos del siglo pasado, cuyo distanciamiento fue enunciado por el físico y literato inglés C. P. Snow en su ensayo seminal acerca de Las dos Culturas (1959). Bueno, dos Culturas dijo Charles Percy Snow, tres dice Jerome Kagan.

En la hebra con la que se teje el estudio de  la frontera entre la literatura , la historia y la ciencias básicas me encontré reflexiones de estas cuatro profesoras universitarias. Recién el sábado anterior choqué con las ideas que las tres primeras (MNL) esbozan en un “ensayo en construcción» al que piensan denominar “No todo lo que brilla es ciencia”.

De Leo recuerdo sus investigaciones de prensa en El  Heraldo y su reciente ensayo “Era de Cambios. Comprender lapostmodernidad” en la revista digital UNAH INNOVA; una lectura que recomiendo a los docentes.

MNL, las tres están sumergidas en el análisis de los videos que Michela Massimi y Duncan Pritchard de la U de Edimburgo acaban de hacer públicos en su curso de La Filosofía y las Ciencias: Introducción a la Filosofía de las Ciencias Físicas; un MOOC, para poner a resonar y ayudar a tener “La cabeza bien puesta” a los futuros doctores en Educación en cualquier parte del planeta.

“La teoría literaria aporta conocimiento que es muy importante.” Pero no es científica; afirma Pritchard. A lo que, antes de que el lector haga una mueca, MNL aclaran “es un arte y en este campo, la subjetividad es la característica fundamental…[pero] no nos conformamos con la lectura, simple o compleja, de una obra, de un autor, de una época.  Por el contrario,…[indagamos] a fondo en las motivaciones que pudieron dar lugar a la creación literaria en cuestión.”

Cuando la lectura se calienta MNL lanzan una idea provocadora. Toman como ejemplo la obra de Gabriel García Márquez y su oficio inicial de periodista, luego lo encuentran en su realismo mágico como creación literaria -por ejemplo, en su obra insigne Cien años de Soledad- para después reencontrar su pluma enredada en la hebra con que se teje el periodismo literario; por ejemplo, nos dicen, en Noticia de un secuestro (1996). Y se preguntan, ¿abandona el escritor su característico estilo? o ¿renace un nuevo estilo en el escritor? (hay diferencia entre nace y renace), para luego, invitando al debate, especular ¿indeterminación de la teoría por evidencia?

La tarde de sábado se me agota y recuerdo que Leonarda es una periodista que se ha sumergido en la obra de García Márquez. Después de un par de mensajes en el WhatsUpp Leo me dispara varias ráfagas de información y he decidido mejor parar aquí el asunto, por ahora, y mejor invitar a un café, un día de estos, a estas cuatro “mujeres en su siglo” para que me ayuden a entender los nodos de esta telaraña de creencias que tejemos con la hebra entre las dos culturas: la de ellas, las humanidades y, la mía, las ciencias naturales. Luego les cuento.

Lida, Leonarda y yo no somos expertos en literatura, simplemente la disfrutamos. Que conste. Más de Armando Euceda. Aquí…

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