Washington – El vicepresidente de El Salvador y candidato presidencial del gobernante FMLN, Salvador Sánchez Cerén, afirmó hoy, en entrevista con Efe, que su país busca el respaldo de Washington y del empresariado estadounidense para fomentar el desarrollo económico en la nación centroamericana.
Sánchez Cerén concluyó hoy una visita de trabajo de dos días en Washington, donde sostuvo reuniones con líderes del Congreso de Estados Unidos y líderes empresariales y comunitarios de la diáspora salvadoreña en este país.
«Parte de la visita nuestra es incentivar al sector empresarial de Estados Unidos a que pueda ejercer una mayor inversión en El Salvador», dijo Sánchez Cerén, en una entrevista concedida al término de una reunión con líderes del Caucus (grupo legislativo) hispano de la Cámara de Representantes.
La meta es «atraer inversión a gran escala para proporcionar valor agregado a nuestros productos», señaló Sánchez Cerén, en alusión a los productos que exporta su país a EE.UU. en el marco del Tratado de Libre Comercio para Centroamérica y la República Dominicana (CAFTA-DR, en inglés).
El objetivo de sus reuniones con líderes de ambas cámaras del Congreso ha sido buscar el «fortalecimiento» de la «amistad» y de las relaciones, incluyendo un aumento de los vínculos comerciales y académicos y mejorar la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Agregó que su país busca el respaldo de Washington ahora que El Salvador está a punto de «presentar el diseño del segundo compacto» dentro de la llamada «Cuenta del Milenio» para combatir la pobreza.
Preguntado sobre la inseguridad ciudadana, Sánchez Cerén destacó que en los cuatro años del Gobierno del presidente salvadoreño, Mauricio Funes, El Salvador ha logrado disminuir los homicidios, de 70 por cada 100.000 habitantes, a unos 48 por cada 100.000.
Según el funcionario, su país ha aumentado la inversión en el área de seguridad pública, la modernización y depuración de la policía. En particular, destacó el reciente anuncio de la creación de una «unidad élite para combatir las extorsiones», conformada por 1.200 policías y 500 miembros del Ejército.
Según el Departamento de Estado, la violencia y la inseguridad ciudadana conforman los principales desafíos para el crecimiento económico en El Salvador, por lo que Washington impulsa un plan de colaboración bilateral «sin precedente» para reducir las trabas al crecimiento e incentivar un ambiente propicio para los negocios.
Sánchez Cerén señaló que su visita también tenía la meta de alentar a los salvadoreños indocumentados a que se reinscriban a través de sus 11 consulados en el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés), renovado por Washington el pasado 30 de mayo.
Ese programa de alivio migratorio, aprobado para El Salvador a raíz de los terremotos de enero y febrero de 2001, permite a más de 208.000 salvadoreños indocumentados trabajar de forma legal en EE.UU.
El Gobierno de Funes mantiene una política de «doble carril» en la que abogará por la prórroga del TPS mientras apoya una reforma migratoria integral como la que debate el Senado de EE.UU.
La misión de Sánchez Cerén en Washington también fue alentar la participación de los alrededor de 2,5 millones de salvadoreños en EE.UU. en los comicios presidenciales de El Salvador el próximo año.
Se trata de la primera vez que los salvadoreños en el exterior -que suman aproximadamente 2,9 millones en todo el mundo-, pueden emitir su voto en los comicios presidenciales en su país.
Sánchez Cerén destacó que los salvadoreños del área capitalina -la segunda concentración salvadoreña en EE.UU., detrás de California- jugarán un papel importante en el programa de gobierno de su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de ganar los comicios el próximo año.
«Hemos reforzado las sedes diplomáticas… y estamos trasladando la información en detalle para que se puedan resolver los problemas» relacionados con los trámites para las cédulas de identidad y para facilitar el voto desde el exterior, dijo.
Su mensaje para la comunidad salvadoreña, puntualizó, es muy simple: «que aprovechen todas las facilidades para ejercer el derecho al voto, su voto es importante para definir los próximos mandatarios en El Salvador».
«Parte de la visita nuestra es incentivar al sector empresarial de Estados Unidos a que pueda ejercer una mayor inversión en El Salvador», dijo Sánchez Cerén, en una entrevista concedida al término de una reunión con líderes del Caucus (grupo legislativo) hispano de la Cámara de Representantes.
La meta es «atraer inversión a gran escala para proporcionar valor agregado a nuestros productos», señaló Sánchez Cerén, en alusión a los productos que exporta su país a EE.UU. en el marco del Tratado de Libre Comercio para Centroamérica y la República Dominicana (CAFTA-DR, en inglés).
El objetivo de sus reuniones con líderes de ambas cámaras del Congreso ha sido buscar el «fortalecimiento» de la «amistad» y de las relaciones, incluyendo un aumento de los vínculos comerciales y académicos y mejorar la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Agregó que su país busca el respaldo de Washington ahora que El Salvador está a punto de «presentar el diseño del segundo compacto» dentro de la llamada «Cuenta del Milenio» para combatir la pobreza.
Preguntado sobre la inseguridad ciudadana, Sánchez Cerén destacó que en los cuatro años del Gobierno del presidente salvadoreño, Mauricio Funes, El Salvador ha logrado disminuir los homicidios, de 70 por cada 100.000 habitantes, a unos 48 por cada 100.000.
Según el funcionario, su país ha aumentado la inversión en el área de seguridad pública, la modernización y depuración de la policía. En particular, destacó el reciente anuncio de la creación de una «unidad élite para combatir las extorsiones», conformada por 1.200 policías y 500 miembros del Ejército.
Según el Departamento de Estado, la violencia y la inseguridad ciudadana conforman los principales desafíos para el crecimiento económico en El Salvador, por lo que Washington impulsa un plan de colaboración bilateral «sin precedente» para reducir las trabas al crecimiento e incentivar un ambiente propicio para los negocios.
Sánchez Cerén señaló que su visita también tenía la meta de alentar a los salvadoreños indocumentados a que se reinscriban a través de sus 11 consulados en el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés), renovado por Washington el pasado 30 de mayo.
Ese programa de alivio migratorio, aprobado para El Salvador a raíz de los terremotos de enero y febrero de 2001, permite a más de 208.000 salvadoreños indocumentados trabajar de forma legal en EE.UU.
El Gobierno de Funes mantiene una política de «doble carril» en la que abogará por la prórroga del TPS mientras apoya una reforma migratoria integral como la que debate el Senado de EE.UU.
La misión de Sánchez Cerén en Washington también fue alentar la participación de los alrededor de 2,5 millones de salvadoreños en EE.UU. en los comicios presidenciales de El Salvador el próximo año.
Se trata de la primera vez que los salvadoreños en el exterior -que suman aproximadamente 2,9 millones en todo el mundo-, pueden emitir su voto en los comicios presidenciales en su país.
Sánchez Cerén destacó que los salvadoreños del área capitalina -la segunda concentración salvadoreña en EE.UU., detrás de California- jugarán un papel importante en el programa de gobierno de su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de ganar los comicios el próximo año.
«Hemos reforzado las sedes diplomáticas… y estamos trasladando la información en detalle para que se puedan resolver los problemas» relacionados con los trámites para las cédulas de identidad y para facilitar el voto desde el exterior, dijo.
Su mensaje para la comunidad salvadoreña, puntualizó, es muy simple: «que aprovechen todas las facilidades para ejercer el derecho al voto, su voto es importante para definir los próximos mandatarios en El Salvador».
