Tegucigalpa- La Asociación Hondureña del Teléfono de la Esperanza (AHOTES) lanza su campaña ¡HABLEMOS!, con el propósito de dar a conocer sus servicios de atención a la salud emocional, con base en la escucha y en la educación psicoafectiva que realiza actualmente a través de sus centros de atención en Tegucigalpa y San Pedro Sula, y a futuro en La Ceiba y Choluteca.
¡HABLEMOS! es una campaña que busca llegar a todas las personas que están pasando por una situación difícil o desalentadora, quienes ahora pueden ser escuchados de forma empática llamando al servicio de orientación con solo marcar el número 150.
Esta campaña del Teléfono de la Esperanza se ha hecho realidad gracias al patrocinio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Fundación Tigo, Publicidad Comercial, y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL); instituciones que dicen presente para apoyar esta noble organización que promueve la salud emocional en nuestro país desde casi 15 años.
Por su parte Tigo, invitó a sus casi 5 millones de clientes a marcar gratis desde su celular el número 150 para recibir orientación y apoyo psicoafectivo en momentos de crisis, y expresó la satisfacción de la empresa de formar parte de una opción que brinda esperanza a cualquier persona en situación de vulnerabilidad.
El Teléfono de La Esperanza, está integrado por voluntarios debidamente capacitados para brindar una escucha activa y orientación respetuosa, así como fortalecer la salud emocional, lo cual realiza a través de los siguientes recursos:
- Intervención en crisis:
üOrientación telefónica anónima, gratuita y especializada a través de la línea 150,
üAtención presencial gratuita por profesionales de psicología y orientación familiar, y
üGrupos de autoayuda para crisis específicas: “Elaboración del Duelo”, “Separación Afectiva”, etc.
- Programa Agentes de Ayuda en Salud Emocional, que permite preparar adecuadamente a las personas de espíritu solidario interesadas en ser agentes de cambio positivo en sus diferentes entornos y, principalmente, como voluntarios del Teléfono de la Esperanza.
