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El sonido de lo ubicuo

Por: Armando Euceda

El u-learning o aprendizaje ubicuo incluye, pero va más allá que, el aprendizaje a través de dispositivos móviles (m-learning o mobile learning).

Es una nueva experiencia educativa que es posible gracias a la Internet. El sonido de lo ubicuo es indescriptible.

El aprendizaje ubicuo nos permite un nuevo dominio del espacio y el tiempo, rompiendo con la clase magistral en «el aquí y el ahora», permitiendo crear un ambiente de aprendizaje ubicuo en el cual el aula es el mundo, con el estudiante dejando sus coordenadas estáticas para estar simultáneamente en todas partes y en cualquier momento.

Ahora pasemos de las palabras a los hechos. El culpable es Octavio Paz y sus versos de “El cántaro roto” (“Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos,/ soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus mundos…”) que inspiraron a un joven músico a componer y conducir con el sonido de lo ubicuo.

Un coro de voces que en lugar de cantar «aquí y ahora”, permite que la voz del artista desde su hogar, se una a cientos de voces de otros artistas que nacen en cualquier lugar del planeta para producir una melodía ubicua que, gracias a la tecnología, nos ofrece un coro hasta ahora impensable.

Al abrir el infinito número de puertas del u-learning, el estudiante conscientemente danza en un proceso educativo que busca lugares y momentos en los cuales, según sus intereses y necesidades, maximice la razón de cambio de la dinámica de su conocimiento, optimizando así su acceso a la información y volviendo su aprendizaje más autónomo.

No. No es “u” de utopía, es “u” de ubicuo. La omnipresencia es real, la simultaneidad es real. Ya el filósofo de la Inteligencia Colectiva Pierre Lèvy se adelantó a explicarlo con severa claridad en su libro ¿Qué es lo virtual? (1995). Y cada día este iluminado pensador nos regala -gracias a sus libros y a Youtube- nuevas ideas, nuevas reflexiones para entender este laberinto con recovecos de Borges, Morin y Lèvy.

No. El coro no canta en una sala de  un teatro barroco. Su gran escenografía tiene el peso de la luz.  El canto es ubicuo, las voces nacen en cualquier lugar. No, no necesariamente se juntan en un escenario «aquí y ahora”. Las voces viajan en la nave de lo ubicuo y, gracias a la revolución tecnológica, se mezclan para el deleite del alma en bits de los dioses.

Les invito a visitar la página Web de “TED Ideas dignas de difundir” y buscar a Eric Whitacre. Les recomiendo su “Virtual Choir 4: Fly to Paradise” (julio, 2013). En el se muestran 5,905 caras en las ventanas de rascacielos, cada cara es un cantante capturado por una webcam para luego licuar digitalmente sus voces nacidas en distintos lugares del planeta. El resultado solo podrán valorarlo escuchando este “Vuelo al Paraíso”.

Pero su golpe maestro lo dio en vivo en una Conferencia TED 2013. Whitacre hace uso de los versos del Octavio Paz y del impensable sonido de lo ubicuo al combinar en el escenario, en tiempo real, tres coros universitarios y cantantes de 32 países diferentes a través de Skype.

El resultado en una indescriptible música coral en tiempo real nacida de las voces de personas ubicadas en “el aquí y en cualquier parte del globo”, todos ellos haciendo hermosa música coral.

No puedes dejar que se acabe el día sin vivir cómo, de lo profundo del alma humana, salieron estas voces para hacer historia. Porque también la historia tiene ahora color ubicuo. Más de Armando Euceda. Aquí…

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