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El segundo tricampeonato llegó y todo el olimpismo celebra en Honduras

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Tegucigalpa – La copa 26 llegó para hacer más grande la historia del equipo más popular del país. Y se hizo el tricampeonato termina con las celebraciones en el año del centenario del Olimpia.
 

Roger Rojas, Juan Carlos García, Javier Portillo y Ramiro Bruschi, fueron los encargados de la goleada (4 a 0) en una tarde noche inolvidable para la mitad más uno de la población.

Con un excelente arbitraje de Héctor Rodríguez, en el terreno de juego solo existió un equipo y por ende la copa está donde mejor se ve: en las vitrinas del campeón eterno de Honduras.

Las celebraciones de los jugadores, afición y directivos no se dejaron esperar y casi todas coincidían en dedicar la estrella 26 a la memoria de Luis Martínez y Enrique Villeda, ambos ya gozan de la paz del Señor.

El presidente de los Albos, José Rafael Ferrari, estuvo a la par de banca de su equipo y muy cómodamente disfrutó los festejos de la Copa 26, pues esta tiene un sentido muy especial para la familia Villeda-Ferrari.

Va dedicado para Faike (Enrique Villeda Erazo, hijo del tesorero del Olimpia y sobrino de Ferrari) que amaba esta institución, dijo el mandamás de los campeones.

Ferrari dijo no recordar si esta era su copa número 19 al frente del equipo más campeón del fútbol hondureño.

Además, el técnico argentino Danilo Javier Tosello igualó el tricampeonato que ganó Nahúm Espinoza en 2006.

Unos 30 mil aficionados llegaron al coloso capitalino que dejaron una taquilla de más de dos millones de lempiras.

El bulevar Morazán de la capital fue el sitio de reunión para celebrar la copa más deseada del equipo merengue olimpista.

Miles de aficionados se han lanzado a las calles para ser participes de la fiesta más repetitiva en la historia de los campeonatos de la Liga Nacional de fútbol.

Con este inobjetable titulo, el Olimpia garantiza su participación en la Liga de Campeones de clubes de la Concacaf para la temporada 2013-2014.

Honduras, una pequeña nación centroamericana y con unos 8.2 millones de habitantes, donde en su mayoría celebran la noche de este domingo, en medio de tanta vorágine de violencia, pobreza y crisis política.

La afición de cuadro blanco se marchó del estadio con el grito al unísono: “volveremos, volveremos… volveremos a ser campeones otra vez…”.

Celebra la mayoría, celebra el pueblo blanco… porque la Navidad es blanca otra vez.

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