Tegucigalpa – Héctor Cálix es un migrante hondureño a quien el “sueño americano” parece habérsele escapado de las manos, luego que los policías de la “Border Patrol” lo detuvieran -junto a otros- momentos después de cruzar el río Bravo y llegar a Texas.
El joven no oculta su expresión de desconcierto y pesar, minutos después de salir del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) de Toncontín, en Tegucigalpa, la capital hondureña, junto a 131 migrantes más, que llegaron en calidad de deportados al país en los últimos días de este marzo. Leer más