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El hondureño Rubilio Castillo resurge en Motagua luego de rechazo en Grecia

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Tegucigalpa – El delantero hondureño Rubilio Castillo no pudo en julio pasado hacer realidad su sueño de volver a jugar en el exterior, esta vez en Grecia, adonde viajó a mediados de ese mes para integrarse a las filas del Pas Giannina, en el que fue descartado por una supuesta lesión de rodilla.

El jugador no pudo convencer a los directivos y cuerpo técnico del club griego que su problema no era una lesión, sino algo congénito, como lo explicó después Óscar Benítez, uno de los médicos especialistas hondureños que conoce bien su caso.

Castillo viajó el 19 de julio con una maleta en la que llevaba más sueños que ropa y la idea era que su familia viajara después a Grecia, pero el mes no había terminado cuando ya estaba de regreso en Tegucigalpa, donde dejó una puerta abierta y una cuenta pendiente.

El delantero, de 26 años, no le prestó atención a las bromas y burlas que le gastaron en redes sociales por su frustrado sueño de volver al exterior, después de haber estado ligado entre 2015 y 2016 al Correcaminos, de México.

En Tegucigalpa, los directivos y el entrenador del Motagua, Diego Vázquez, al enterarse que Castillo no se pudo quedar en Grecia, no dudaron en decirle que el equipo, del que recién se había despedido el 19 de julio, seguía siendo su casa y que continuara buscando romper marcas con el club.

Resuelta su situación, Castillo se volvió a enfundar la camisa del Motagua para jugar en el torneo Apertura que comenzó el 28 de julio.

Cuando el jugador se fue a Grecia, había dejado la marca de haber anotado 76 goles en el Motagua y 99 en la primera división del fútbol hondureño.

Sus condiciones de goleador las ha reiterado Castillo con los dos últimos goles que ha anotado en las últimas dos fechas, uno contra el Real España en la tercera jornada y otro en la cuarta, disputada el miércoles ante el Vida.

Con los 78 goles anotados en el Motagua ya pasó a ser leyenda en el equipo hondureño, el segundo en afición, con quince títulos desde 1965, cuando se disputó el primer campeonato de la Liga Profesional de Fútbol del país centroamericano.

Al regresar de Grecia, Castillo explicó de nuevo que su problema es congénito, que nació con un ligamento más corto que el otro en una de sus rodillas, que nunca le han practicado cirugía por eso, pero que eso no lo entendieron en el Pas Giannina.

Dijo además que en el Correcaminos de México supieron de su situación y no les importó.

Mientras la gente del Motagua, que en julio creyó haber perdido a Castillo por su viaje a Grecia, ahora se regocija por su regreso y el entrenador le ha dicho que siga haciendo lo que sabe y rompiendo las marcas que quiera en el club.

Los equipos rivales están advertidos: Rubilio anda suelto y hay que marcarlo por bajo y por arriba, porque también es certero rematando de cabeza.

De lo último puede dar fe el Vida, al que le anotó el miércoles, de un salto y con la cabeza, el gol del triunfo del Motagua (2-1), con lo que dejó al club en la segunda casilla con nueve puntos.

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