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El gobierno español asume control absoluto de Cataluña

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Si no hay imprevistos de última hora, el gobierno español se apresta a asumir este sábado el control absoluto de la autonomía de Cataluña, como un desesperado intento para frenar las luchas independistas de esa región del noreste de España.

Tras la aprobación del Senado el viernes, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se dispone a activar el artículo 155 de la Constitución para destituir al “President” de Cataluña, Carles Puigdemont, y a todos sus consejeros (ministros).

rajoyMariano Rajoy, presidente del gobierno español.

Cataluña será gobernada desde Madrid o por altos funcionarios enviados a Barcelona, en una intervención que se espera no superará los seis meses, previa convocatoria de unas elecciones autonómicas para que gobiernen los partidos salidos de esas urnas.

Se espera que Puigdemont , en un acto más simbólico que efectivo, declare esta semana la independencia de Cataluña, valiéndose de su mayoría simple en el parlamento catalán, lo que le llevaría a ser  imputado por rebeldía, con una pena de cárcel por unos 30 años.

Rajoy arriesga mucho con la activación del artículo 155, pero el gobierno catalán le ha obligado a tomar una decisión que nunca se había adoptado desde la instauración de la democracia en 1978.

Cuenta con el apoyo institucional de los dos principales partidos de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos (centro-derecha).

Y la oposición rotunda de Podemos (extrema izquierda) y los partidos nacionalistas vascos y catalanes.

El gobierno español teme, y con razón, que al asumir el control de Cataluña se pueda provocar una rebelión interna de desobediencia, dado el fuerte arrastre popular de los grupos separatistas y que puedan provocar incidentes violentos en las calles.

La presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, que verá limitada sus competencias, ya lo ha advertido: “Esto es un golpe de estado, y no lo vamos consentir”.

El “Parlament” catalán seguirá funcionando, pero con limitaciones a sus deliberaciones y Madrid tendrá el derecho a vetar cualquier proyecto de ley que contradiga el nuevo establecimiento político.

Los portavoces del gobierno en Madrid no se cansan de decir que no se ha suspendido la autonomía catalana, pero si está intervenida por seis meses hasta que regrese el estado de derecho.

Rajoy ha sido muy criticado por haber dejado que el problema catalán se haya agudizado en los últimos meses, sin tomar medidas negociadoras. 

Y solo ahora, cuando Puigdemont declaró la semana pasada la independencia, de una forma muy ambigua y para solo suspenderla, ocho segundos después. Y le dio, sin éxito, dos oportunidades para rectificar.

Discurso en parlamento catalanPuigdemont habla en el parlamento catalán.

Y Puigdemont continuó tomándole el pelo, hasta que Rajoy dijo “basta” y activó el artículo 155, que partidos como Ciudadanos le venían implorando que lo hiciera.

Al asumir el control de Cataluña, Rajoy tiene tres retos básicos: Controlar la policía autonómica (los “Mossos De Esquadra”), la hacienda catalana y los medios de comunicación, como la televisión TV3, una arma muy eficaz de la propaganda separatista.

Los sindicatos de policías de los “Mossos” ya han dicho que no van a obedecer a sus nuevos superiores y los de la TV3, tampoco.

Otra consejería donde Madrid tiene la vista puesta es la de Educación, ya que se acusan a las escuelas y colegios catalanes de “lavar el cerebro” a los escolares y colegiales con las ideas separatistas y del odio hacia la “opresora España”.

La Consejera (ministra) de Enseñanza, Clara Ponsati, apenas sabe algunas palabras de español, según ella misma ha confesado, y es la más radical de todo el gabinete de Puigdemont en busca de la independencia.

Bandera catalunaManifestantes catalanes en favor de la Independencia.

¿Que va a pasar después de este sábado?

Es difícil pronosticar. La Fiscalía tiene lista ya la querella por sedición contra Puigdemont y es posible que en vez de ser detenido, sea inhabilitado por vida para un cargo público.

Aunque a él le gustaría que lo metieran preso ya que así quedaría como un “mártir” por la causa de la independencia.

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