La fuente precisó en un comunicado que los soldados dieron con el laboratorio cuando efectuaban reconocimientos terrestres en las inmediaciones del poblado Los Mimbres, en el municipio de Cosalá.
En esa zona, los militares «percibieron un fuerte olor característico a precursores químicos, por lo que procedieron a realizar una inspección minuciosa del lugar, localizando un predio que era empleado como laboratorio clandestino para la elaboración de droga sintética», dijo la Sedena.
En el laboratorio los soldados decomisaron 570 kilos de cristal sólido que estaban en 20 costales, así como 18 litros de cristal líquido.
También decomisaron 500 kilos de sosa caústica, 100 kilos de acetato de sodio y 300 kilos de ácido tartárico, material que se utiliza para la elaboración de estas drogas.
En el laboratorio fueron encontrados equipos industriales para la fabricación de la droga.
La Sedena aseguró que con este decomiso evitó que se obtuvieran más de un millón de dosis que hubieran alcanzado en el mercado de las drogas un valor total de 235 millones de pesos (unos 20 millones de dólares).
