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EEUU, México y Centroamérica cooperan para frenar la ola de niños inmigrantes

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Washington – Los Gobiernos de Estados Unidos, México, Honduras, Guatemala y El Salvador han empezado a coordinarse para abordar la crisis humanitaria provocada por la llegada masiva de menores centroamericanos no acompañados a la frontera sur estadounidense.
 

En las últimas horas, la Administración estadounidense ha emprendido una auténtica ofensiva diplomática para contrarrestar la «campaña de desinformación» a cargo de las mafias sobre los proyectos de reforma migratoria en EEUU que estaría, a su juicio, en la raíz de esta oleada de niños inmigrantes.

«Queremos asegurarnos de que hacemos todo lo posible para contrarrestar la campaña de desinformación lanzada deliberadamente por las organizaciones criminales y las redes de traficantes acerca de lo que la gente puede esperar si llega a EEUU», dijo la directora de política interior de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, en una conversación reciente con los periodistas.

Los traficantes habrían difundido el rumor de que los menores que se encuentren en EEUU cuando la reforma se apruebe, podrán quedarse, lo cual es rotundamente falso.

El proyecto bipartidista de reforma de las leyes migratorias en EEUU no sólo no prevé esa vía de legalización, sino que se encuentra totalmente bloqueado en la Cámara de Representantes, donde la oposición republicana se opone a tramitarlo.

Mientras tanto, la cifra de niños que tratan de acceder a Estados Unidos sigue creciendo y ya son 52.000 los menores no acompañados que han sido recogidos en la divisoria con México desde octubre, según el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.

Partiendo de Centroamérica, sobre todo de Honduras, Guatemala y El Salvador, y huyendo de la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades, los menores cruzan México con la intención de entrar en Estados Unidos de forma ilegal.

Sin embargo, una vez acceden al país, las autoridades estadounidenses los detienen e inician un proceso de deportación, aunque la ley les prohíbe expulsarlos automáticamente al proceder los niños de países que no comparten frontera con Estados Unidos.

Los centros de retención que deben acoger a los menores a la espera de la resolución del proceso vieron sobrepasada su capacidad hace semanas ante la avalancha, por lo que los niños son recolocados en albergues y hasta en bases militares.

En busca de respuestas a esta oleada que ha saturado la frontera entre Estados Unidos y México, y especialmente el valle del Río Grande, en Texas, donde se está registrando el mayor número de casos, los dirigentes de los países implicados se han reunido y han intensificado los contactos en los últimos días.

Guatemala acogió este viernes un encuentro multilateral para establecer estrategias comunes en el que participaron el jefe de Estado guatemalteco, Otto Pérez Molina; el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén; el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y representantes de Honduras y México.

Biden anunció en Guatemala que la Administración que preside Barack Obama destinará a los tres gobiernos centroamericanos una partida de 9,6 millones de dólares específicamente para «recibir y reintegrar a sus ciudadanos repatriados».

Asimismo, el Gobierno estadounidense aumentará los fondos de sus programas de cooperación para los próximos años con Guatemala (en 40 millones de dólares), El Salvador (25 millones) y Honduras (18,5 millones), que se suman a los 130 millones que ya les aporta en conjunto.

Pérez Molina dijo tras una reunión bilateral que su país va a fortalecer la presencia consular en la frontera estadounidense y que, de manera conjunta con Estados Unidos, impulsará una campaña de información sobre los riesgos que conlleva la migración irregular.

El mandatario guatemalteco hizo un llamamiento a los padres de familia para que no permitan que los niños y adolescentes corran riesgos al viajar a Estados Unidos en las condiciones en las que ahora lo hacen, es decir, sin acompañamiento.

De camino a Guatemala, Biden telefoneó al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, para discutir una estrategia al respecto y le pidió que trabaje «en estrecha colaboración con el resto de líderes de la región para desarrollar propuestas concretas» que aborden las causas de la migración ilegal desde Centroamérica.

El Gobierno hondureño ya avanzó que convocará una conferencia internacional, en julio próximo, para tratar la crisis humanitaria de los niños inmigrantes que viajan solos a Estados Unidos.

También el Gobierno de El Salvador declaró esta semana que reforzará sus consulados cerca de la frontera sur de Estados Unidos.

Además, Obama conversó por teléfono este jueves con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y aplaudió el trabajo de México para convencer a las familias de que no envíen a sus hijos a cruzar la frontera.

Junto a la coordinación internacional, el Gobierno estadounidense adoptó el viernes nuevas medidas a escala nacional, entre las que incluyó la apertura de nuevos centros para albergar a las familias y la inversión en más recursos para acelerar los procesos legales de repatriación.
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