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EEUU: El estado mental de Biden y su caída en los sondeos alarma a los demócratas

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Análisis de Alberto García Marrder – Especial para “Proceso Digital”

Hay mucha gente que está preocupada por el rumbo que lleva Estados Unidos. Pero los que están sumamente alarmados son los votantes demócratas por el estado mental de su líder, el presidente Joe Biden, y por su hundimiento en los sondeos de popularidad.

Y todo eso lleva a enormes dudas dentro de su propio partido, pensando en el futuro.

Nada menos que un 64 por ciento de votantes demócratas han indicado que preferirían otro candidato, y no la reelección de Biden, en las elecciones presidenciales del 2024, según un sondeo del New York Times /Siena College Poll.

Más alarmante aún, solo un 33 por ciento aprueban la función de Biden, en una encuesta a nivel nacional. Y solo un 13 por ciento piensan que el país va por buen camino, un índice pesimista.

“Hay un sentido maligno de pesimismo que se percibe en todo el país, en cualquier nivel de edades, de grupos raciales, en las ciudades, en las zonas rurales y en todas las clases políticas”, opina el diario “The New York Times”.

Las razones de la baja popularidad de Biden son varias. Entre ellas los altibajos de la economía y, sobre todo, la imparable inflación (9.1 por ciento en junio),  con el galón de la gasolina por las nubes. Y el temor de una futura recesión.

Recordemos que Biden, que tiene ahora 79 años, es el presidente de más edad en la Casa Blanca, donde, solo lleva apenas unos 17 meses en el poder. Ha dicho en varias ocasiones que piensa presentarse a la reelección en el 2024 (cuando ya tenga 83 años). Pero eso nadie se lo cree.

El presidente Joe Biden a un mes de tomar posesion posa en la Oficina Oval de la Casa Blanca con sus dos perros pastores alemanes, «Champ» y «Major» .El primero murió en junio del 2021 a la edad de 13 años. (Foto Adam Smith-White House).

El pesimismo de los votantes demócratas es doble: no ven viable una reelección de Biden ni tienen mucha confianza en las posibilidades electorales de la vicepresidenta, la ex senadora Kamala Harris.

Por parte de los republicanos, hay mucho optimismo que en las elecciones de medio término de noviembre puedan lograr recuperar las mayorías en la Cámara de Representantes y en el Senado, maniatando así la agenda legislativa de Biden.

Y como un fantasma siempre presente: Donald Trump. El expresidente republicano que aspira a presentarse a la reelección en el 2024, si sobrevive las investigaciones de un comité del Congreso sobre su supuesta intervención o influencia en el asalto al Congreso de sus simpatizantes, el 6 de enero de 2021.

En la Casa Blanca ven el aparente problema mental de Biden de primera mano. Los que le preparan los discursos tiemblan ahora ante cualquier error (“gaffes”) o torpeza o metidas de pata, cuando el presidente los pronuncie.

Y cuando el presidente exagera o dice una “brutalidad dialéctica”, su oficina de prensa corre a corregirle y avisa que no quiso decir lo que dijo.

En una cumbre sobre el clima, en noviembre 2021, en Glasgow (Escocia), Biden parece dormir (Video CNN).

En un discurso sobre su estado de salud, dijo que cuando cumpliera los 58 años, en referencia a los 79 años que cumplió el 20 de noviembre de 2021.

No oculta su temperamento. Una vez en una rueda de prensa sobre la inflación se molestó por una pregunta de un reportero de la cadena de televisión opositora “Fox News” y el micrófono captó cuando dijo muy bajito, para sí mismo: “What a stupid question of this son of bitch” (“Que pregunta tan estúpida de este hijo de puta”).

Joe Biden informa a la entonces senadora Kamala Harris que la ha escogido como candidata demócrata a la vicepresidencia para las elecciones de noviembre 2020- (Foto Adam Schultz/Biden for President).

Pero la que más ha provocado la burlas en las redes sociales, ha sido un “gaffe” de Biden cuando pronunciaba un discurso sobre el aborto y el Tribunal Supremo, leyendo del “telepromter” dijo al terminar: “El final de la cita” y “Repita la línea”, tal le instruía su oficina de prensa.

Pero los “gaffes” en política exterior han sido los más delicados: en un “Town Hall” con ciudadanos de pie, fue preguntado si Estados Unidos apoyaría a Taiwán si la isla fuera invadida por tropas chinas:

“Por supuesto que sí, tenemos un compromiso”, dijo Biden erróneamente. No existe tal compromiso.

En un discurso en Polonia ante tropas norteamericanas, Biden dijo que cuando estas estén en Ucrania, comprobarán la lucha valiente de los ucranianos….cuando eso es imposible. No existe ningún acuerdo o compromiso para que tropas de Estados Unidos luchen contra tropas rusas en territorio de Ucrania. Ni bajo el paraguas de la OTAN.

¿Qué dice Biden por estas metidas de patas?: El mismo lo reconoce: “Soy una maquinita de gaffes”.

Joe Biden y su esposa Jill, en su casa en Delaware, muestran un cartel diciendo que viven allí. Ella tapa con su mano lo de «vicepresidente», ahora es «presidente». (Foto Jill Biden).
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