spot_img

Donald Trump es el Presidente, pero, ¿quién gobierna?

Compatir:

Miami, (EEUU) – En menos de dos semanas, el presidente Donald Trump ha puesto patas arribas a Estados Unidos y a medio mundo.

Pero el que está dirigiendo los hilos detrás de las bambalinas es su asesor principal, Stephen Bannon, más ultraderechista que el nuevo presidente.

La revista “Time” no escatima en ponerlo esta semana en su portada bajo el título: “El gran manipulador” y el sitio en internet “Drudge Report”, el de mayor tráfico en todo el país, lo califica de “El segundo hombre más poderoso del mundo”. Si lo hubiera puesto de primero y a Trump detrás, no pasaría nada. Se ajustaría a la realidad.

En un editorial, el diario “The New York Times”, bajo el título “¿Presidente Bannon?,” escribe que al colocársele en un puesto permanente en el Consejo Nacional de Seguridad (CNS), “se está situando no como un simple Svengali, pero como un presidente de hecho”.

Bannon, además de ser el asesor principal de Trump en la Casa Blanca, ha adquirido nuevos poderes al haber sido nombrado por Trump en un puesto permanente en el CNS, pasando por encima las objeciones de los congresistas republicanos y las prioridades de otros jefes militares.

bannon

Bannon ha sido quien ha redactado la orden ejecutiva de Trump sobre inmigración, por la que se prohíbe, de hecho, la entrada al país de los refugiados musulmanes, sin consultarlo antes con los expertos en seguridad nacional o los propios congresistas republicanos.

Por ahora, a Bannon es el que más escucha Trump. Sus consejos le ayudaron a ganar las elecciones del pasado 20 de noviembre al enfocar su campaña en la clase trabajadora blanca de las zonas rurales evangélicas del sur del país y de interpretar mejor que los demócratas, la frustración de estos con el “establishment” de Washington.

Pero Bannon, de 64 años y ex oficial de la Armada, tiene su propia agenda y es la de resucitar sobre todo a la clase blanca supremacista sobre las minorías negras y latinas del país.

Y en política exterior, humillar a México queriendo obligar a pagar el muro que quiere levantar Trump en la frontera, y en Europa, desligarse de la OTAN y de la Unión Europea, al tiempo que se acera a Rusia.

Bannon no solo es manipulador. Es inteligente, dogmático, enigmático, soberbio y avasallador. Tal como lo demostró cuando dirigió, desde 2012, el sitio ultraconservador “Breibart News”, que apoyaba al grupo del “Tea Party”, la derecha más a la derecha de los republicanos.

Este también estuvo detrás del nombramiento del juez Neil Gorsuch, otro conservador, como miembro permanente del Tribunal Supremo de Justicia, a pesar que habían otros candidatos más moderados.

En las fotos que se han publicado del Despacho Oval de la Casa Blanca, en muchas se ve a Bannon sentado a un paso del escritorio de Trump, dando su beneplácito a las agrias conversaciones del presidente con su colega mexicano, Enrique Peña Nieto.

Según unas versiones, desmentidas por la cancillería mexicana, Trump amenazó a Peña Nieto de enviar a los soldados americanos a México a arreglar el problema del narcotráfico, “si el ejército mexicano no puede hacerlo”.

También estaba presente cuando Trump, en otra agria conversación telefónica, le cuelga al Primer Ministro de Australia, Malcom Turnbull, cuando discutían sobre la política de acogida de refugiados.

Cuando Turnbull insistió que Estados Unidos debería respetar un pre acuerdo para aceptar a 1,250 refugiados asiáticos que tenía Australia en centros de detención, Trump, con lo temperamental que es, perdió los nervios y le dijo que él no estaba dispuesto a aceptar “ese estúpido acuerdo” y le colgó el teléfono.

Trump parece que está siguiendo un guión que Bannon le ha escrito de ser beligerante y de romper con todo lo establecido, incluidas las normas políticas y la diplomacia internacional.

spot_img
spot_img

Más noticias

spot_img
spot_imgspot_img