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Deuda pública y presupuesto

Daniel Meza Palma, Exsecretario de Planificación, agosto 1984-enero1986

El proyecto de presupuesto nacional para 2023 de L. 392,519.8 millones el gobierno propone financiarlo con deuda por L.78,528.8 millones de recursos para la Administración Central y L.33, 629.7 millones para la Administración Descentralizada.

Suman L.112, 158.5 millones, equivalentes a USD 4,529.3 millones al tipo de cambio la compra del día 17/11/2022 que, para el presupuesto pretendido arriba a un porcentaje de 28.6%. El servicio de la deuda se estima en L.49,770.00 millones, equivalente a USD 2,007.7 millones y a 12.6% del presupuesto planteado.

En página 3 de la Exposición de Motivos del proyecto se indica que los cinco sectores estratégicos de desarrollo son: (1) Participación y Democracia; (2) Desarrollo y Bienestar Social, (3) Desarrollo Económico y prosperidad común, (4) Ambiental: sostenibilidad de los bienes comunes, y, (5) Seguridad y Justicia. La distribución de L.71,847.00 millones dedicados a inversión pública brindan una idea de la orientación global del presupuesto 2023: 67%, social; 33% física.

No constituye exageración indicar que, el presupuesto total se distribuye en un 80% a la parte social y en 20% a otros sectores, sí se considera como tales: la inversión pública física; los entes financieros; la ENEE y otras entidades vinculadas al comercio interno y externo entre ellos ENP y BANASUPRO. Por comparación, la República de Argentina planificó para 2023 un proyecto de presupuesto 70% social.

En 2012, la deuda pública de Honduras era de USD 6,470 millones cuando alcanzó 35.5% del PIB y en marzo de 2022, USD 16,057.6 millones que llegó a 52.30 % del PIB. Respecto a la deuda externa, con flujos entrando y amortizaciones saliendo se desconoce la estimación del saldo de la deuda pública total a diciembre de 2023, pero se anticipa aumentará sustancialmente según declaraciones oficiales.

Los supuestos macro que sustentaron el anteproyecto de presupuesto 2023 hace dos meses fueron:

  • Crecimiento Económico Real de 4.7%.
  • PIB nominal de L 827,618.4 millones.
  • Depreciación anual del tipo de cambio no mayor a 2.0%.
  • Inflación interanual de 4.46%.

En 60 días, eventos adversos externos e internos inducen a considerar que los cuatro supuestos macro resultaron optimistas y precisa revisar los datos presupuestales a la baja, pues tales expectativas son menos favorables ahora.  Con una economía abierta en 90.6%, cualquier choque en los principales receptores de las exportaciones hondureñas o en los suministradores de bienes y servicios, repercute altamente en la economía hondureña.

El financiamiento del presupuesto nacional está fundamentado por componentes así: Tesoro nacional, 50.9%; recursos propios, 35.1%; crédito interno, 0. 9%; y fondos externos, 13.2%. Al venirse abajo los supuestos macro, el monto y la composición del presupuesto nacional deberá sincerarse hacia un escenario realista, pues existen rigideces en el gasto como el pago de la deuda que achican el margen de maniobra del gobierno para que el gasto público mantenga la calidad apropiada en términos de impacto.

Al internarse en las 2,000 páginas de documentos presupuestarios para 2023 se detectan los detalles y se despejan o incrementan dudas pues para ciertas cuentas no cuadran los datos o sencillamente están desagregados, por un lado, pero incluidos luego en partidas globales.  Dadas las nuevas condiciones adversas, se plantea la necesidad de prevenir eventos económicos más severos a consecuencia de una desenfrenada subida general de precios, por lo que el gobierno debe asumir su posición de responsabilidad fiscal y evitar convertirse en generador de inflación cuando su deber es controlarla. Salvo que se desee caer en la trampa de la denominada “ilusión monetaria”, donde se manifiesta que las recaudaciones fiscales están aumentando, pero se obvia completar el análisis: porque los precios de los bienes y servicios están subiendo.

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