Brasilia – El presidente del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) de Brasil, Francisco Lopes, fue destituido hoy después de que la prensa local desveló un contrato irregular que ese organismo firmó con su anuencia, informaron fuentes oficiales.
La destitución fue decidida por el Ministerio de Desarrollo Social, del cual depende el deficitario INSS, sobre la base de un reportaje publicado por el diario O Globo, que puso en evidencia algunas situaciones por lo menos sospechosas, admitidas en parte por el propio Lopes en declaraciones al periódico.
Según ese reportaje, el INSS contrató a una firma distribuidora de vinos de Brasilia para que le suministrara programas informáticos destinados a dotar de una mayor protección a los sistemas de ese organismo público.
O Globo obtuvo numerosos documentos, conversó con los dueños de la empresa RSX, que tiene un pequeño local de distribución de vinos en la capital, y confirmó el contrato para unas operaciones en las que esa firma actuaba apenas como una mera intermediaria.
Aún así, RSX embolsó ocho millones de reales (unos 2,2 millones de dólares) por ese negocio, que Lopes confirmó al diario que él mismo autorizó, aunque alegó que en realidad no conocía los detalles de la operación ni a la empresa contratada.
O Globo también consultó a funcionarios del área técnica del INSS, quienes indicaron que los programas ofrecidos por RSX «no tenían ninguna utilidad para ese organismo» y que habían recomendado que no se firmara el contrato, lo cual fue omitido por Lopes.
Antes de que fuera confirmada su destitución, el presidente del INSS informó de que se había iniciado una investigación interna, que el contrato había sido cancelado y que serían dados a la sociedad «todos los esclarecimientos necesarios» sobre el asunto.
En 2017, el INSS alcanzó un déficit de 268.798 millones de reales (unos 77.000 millones de dólares), que llevó al Gobierno a promover una profunda reforma del sistema de jubilaciones, que finalmente se estancó en el Parlamento por falta de apoyo político.
