Una fuente cercana a la CIDH dijo a Efe que el equipo de trabajo se ha dividido en dos grupos que ya se encuentran en San Pedro Sula, norte, y Tocoa, en el Caribe hondureño, informándose sobre posibles violaciones a los derechos humanos.
Agregó que «son muchas las personas de diversos sectores las que han puesto denuncias en Tegucigalpa» y que «algo similar ocurrirá en San Pedro Sula».
La misma fuente indicó que anoche fueron recibidos, entre otras personas, varios familiares de Zelaya, encabezados por su esposa, Xiomara Castro, su hija Hortensia y la madre del gobernante depuesto, Hortensia Rosales.
Ayer, los enviados de la CIDH extendieron por dos horas el horario previsto para recibir denuncias, ante la gran cantidad de personas que llegaron al hotel de Tegucigalpa donde atienden para conocer sobre violaciones a los derechos humanos desde el golpe de Estado contra Zelaya, dijo el informante.
Entre los denunciantes figuran seguidores de Zelaya, funcionarios de su Gobierno y padres de familia que reclaman el derecho a la educación de sus hijos, que no reciben clases porque los maestros participan en las marchas para exigir el regreso del gobernante depuesto, entre otros, según fuentes de la CIDH.
La delegación de la comisión interamericana también se ha reunido con representantes de los poderes Legislativo y Judicial, de organismos de derechos humanos públicos y privados, del Ministerio Público, de la Secretaría de Defensa y Seguridad y de la sociedad civil, así como altos mandos militares.
La visita oficial del equipo de la CIDH a Honduras concluirá el viernes, para cuando tiene previsto informar de su trabajo en una rueda de prensa.
El Gobierno que preside Roberto Micheletti, quien sustituyó a Zelaya por designación del Parlamento, ofreció anoche a la delegación de la CIDH «el apoyo que requieran en el cumplimiento de su labor».
En un comunicado, el Ejecutivo indicó que Micheletti «ha girado instrucciones a los ministros de todas las secretarías de Estado, así como a los gerentes y directores de instituciones descentralizadas, a fin de que si la misión internacional les pide algún tipo de colaboración, la brinden de manera inmediata».
Además, la nueva administración hondureña reiteró que «espera que los miembros de la misión interamericana de los Derechos Humanos consulten a todos los sectores que componen la sociedad hondureña, para que se formen una imagen verdadera de los hechos ocurridos en Honduras antes y después del 28 de junio del 2009».
«Agradecemos la visita de los altos dignatarios de la CIDH, porque Honduras espera que sus integrantes, así como el resto de los gobiernos del mundo, conozcan la verdad de los hechos que motivaron su llegada al país», añadió la nota oficial







