Tegucigalpa – Dar la bienvenida a un nuevo año es un evento festivo para todos los hondureño en el territorio nacional, al igual que en otros países, particularmente para personas quienes mantienen algunas creencias que son un tanto variadas, curiosas y marcan tradiciones.
Las uvas, la ropa interior, las velas, las escobas y maletas, entre otros, forman parte del repertorio de costumbres y tradiciones que están presentes en el recibimiento del año nuevo por parte de muchos hondureños, quienes abrigan la esperanza que el 2016 sea pletórico de amor, dinero y salud.
Es por eso que a pocas horas de cerrar el 2015, Proceso Digital te invita a conocer algunas de las más particulares costumbres celebradas alrededor del país para despedir un ciclo que termina y dar la bienvenida a un nuevo año.
Aunque el recibimiento del año nuevo tradicionalmente se celebra junto a la familia, las últimas horas del 31 de diciembre se concentran en rituales y tradiciones para las personas que tienen sus propias supersticiones.
En cada casa y hogar, estos momentos son acompañados de algunos ritos que se siguen al pie de la letra con el objetivo de conseguir algo anhelado en el tiempo venidero.
Algunos de estos rituales fueron realizados por los hondureños en las últimas horas de 2014 y otros en las primeras de 2015; la mayoría con el denominador común de iniciar con una limpieza del hogar y del cuerpo que permita ahuyentar las malas vibras.
Hay quienes comienzan el desarrollo de sus tradiciones, tirando tres cosas de la casa, para abrirse igual número de nuevas oportunidades, en el nuevo período que comienza.
Asimismo, entre algunas de las tradiciones que se acostumbran en Honduras durante el fin de año, figuran comer 12 uvas a la medianoche, es un ritual más que instaurado en este país centroamericano y consiste en comer una docena de esa fruta para conmemorar la llegada del año nuevo, de tal manera que se consuma una uva por mes y vayas pidiendo un deseo por cada una de ellas.
Además, para la tradición de algunos hondureños, el color rojo trae prosperidad, por lo que muchos eligen este color en su ropa o en algún complemento para recibir el nuevo año atrayendo la suerte para los siguientes 365 días.
Igualmente es muy sonado el uso de la lencería o ropa interior, lo cual consiste en usar prendas de color completo para conseguir algo preciado en el año que comienza.
Para el caso, dicen que vestir ropa interior roja para recibir el año nuevo, significa un año muy lleno de amor, pero si se desea éxito, dinero y mucha suerte, se tendrá que usar lencería amarilla.
Cabe señalar que para recibir el 2016, algunos hondureños decoran sus casas con velas de colores durante esa noche y con cada color buscan invocar una fortuna distinta, para el caso el azul trae tranquilidad y éxitos profesionales; las amarillas atraerán la abundancia y consolidan las relaciones; el rojo la pasión y las verdes están destinadas a la salud e integración familiar.
En algunas ocasiones, optan por colocar las velas en un arreglo sobre la mesa de centro para que cada una de ellas esté conectando los elementos, el ciclo constructivo de la naturaleza.
Sumado a esas supersticiones, hay hondureños que ya están preparándose para abrir la puerta al concluir la medianoche y salir con maletas por la puerta, con lo cual se cree que durante el año se realicen muchos viajes.
También en algunas zonas del país, los hondureños acostumbran a lanzar agua en un vaso por la espalda, hacia la calle, para dejar atrás las lágrimas, pesares y lo negativo que vivieron en el año que están terminando.
No podemos dejar de mencionar el ritual de la escoba, el que consiste en barrer la casa con fuerza hacia la calle, con el fin de eliminar toda esa energía negativa que le rodea, la mala vibra y evitar todo lo malo que se te pudiera acercar, sin olvidar deshacerse de objetos sin uso, vaciar cajones y tirar cosas inservibles.
Sin embargo, sobre todas esas tradiciones y supersticiones, sean ciertas o no, lo que debe reinar en el corazón de cada uno de los hondureños es la fe y la confianza en Dios, quien nos brinda la oportunidad de iniciar un nuevo año y que por lo tanto, abrirá nuevas puertas de bendición, salud, seguridad y nuevas metas en cada uno.
