Tegucigalpa– El Partido Anticorrupción (PAC), continúa con un cisma al interior motivado por la inscripción de movimientos internos que participarán en la contienda para escoger a las nuevas autoridades que estarán al frente de esa institución política y a los aspirantes en los tres niveles electivos (fórmula presidencial, corporaciones municipales y diputados al Congreso Nacional), para participar en los comicios generales de noviembre próximo.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), convocó el viernes pasado a una reunión entre los miembros del PAC para limar asperezas a lo interno de esa institución, sin embargo, una de las facciones no llegó a la cita, detalló Marlene Alvarenga coordinadora y precandidata presidencial del movimiento “Unidos por Honduras”.
Señaló que a la reunión solo se presentó ella y el diputado Walter Banegas, ya que el presidente del PAC, Salvador Nasralla y el diputado Virgilio Padilla se quedaron afuera y no quisieron entrar a la misma.
Alvarenga denunció que la cúpula de la emergente fuerza política ha echado mano de los recursos de la deuda política para fines indebidos, a la vez que acusó que existen acciones irregulares para impedir su participación en las elecciones internas del PAC.
Denunció que Nasralla lo que busca es vender las credenciales al Partido Libertad y Refundación (Libre).
Alvarenga aseveró que va a luchar para que en ese instituto político no haya personas vinculadas con actos de corrupción.
Señaló que ella no apoya una alianza ya que no va con los parámetros que se rige ese partido político.
En respuesta, el diputado Virgilio Padilla, consideró que Alvarenga persigue un propósito siniestro que seguramente está alentado por el Partido Nacional.
Cuestionó que “Alvarenga quiere inscribir 10 movimientos internos para favorecerla a ella, y desde un principio el PAC fue conformado para llevar al poder a Salvador Nasralla”.
“¿Cómo es posible que pretenda correr con 10 corrientes si el movimiento que ella promueve ya está inscrito?”, preguntó Padilla, a lo que respondió que es porque le sigue el juego a los intereses del nacionalismo.
