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Congresista Giffords asistirá a conmemoración de tiroteo en el que fue herida

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Washington- La congresista por Arizona, Gabrielle Giffords, participará hoy en los actos conmemorativos del primer aniversario del tiroteo en el que resultó gravemente herida durante un acto público y en el que murieron seis personas.
 

Giffords participará en una vigilia programada en Tucson en la sede de la Universidad de Arizona (UA), a la que acudirá junto a su esposo, el astronauta retirado Mark Kelly.

La vigilia es uno de los actos que tendrán lugar en Tucson para recordar la tragedia en la que además más de una docena de personas resultaron heridas.

«La congresista Giffords quiere volver a Tucson este fin de semana tan emotivo», señaló en un comunicado Pia Carusone, de la oficina de Giffords. «Siente que es importante estar en su ciudad con su familia, su equipo y sus amigos cercanos», agregó.

En la vigilia, a la que acudirán familiares de las víctimas, participarán además el doctor Peter Rhee, el jefe de la división de trauma, cuidados intensivos y cirugía, que formó parte del equipo de doctores que trató a Giffords y a otros de los heridos.

Durante semanas Rhee fue el encargado de dar a conocer el parte médico de la congresista, cuya evolución los propios médicos la calificaron de milagrosa.

Giffords recibió un impacto de bala que le atravesó el hemisferio izquierdo del cerebro -que alberga la parte motriz y el habla- y en los primeros momentos algunos medios de comunicación llegaron a dar por muerta a la congresista.

En el ataque, perpetrado por un joven de 22 años, Jared Loughner, seis personas perdieron la vida, entre ellos una niña de nueve años, Christina Taylor Green, nacida el día de los atentados del 11-S, y otras 13 resultaron heridas.

Gabe Zimmerman, asistente de Giffords, el juez federal John Roll, de 63 años, Dorwan Stoddard, un ex empleado de la construcción de 76 años, Phyllis Scheneck, un ama de casa de 79 años y Dorothy Morris, de 76 años, también murieron en el ataque.

Loughner, que fue declarado mentalmente incompetente por un juez para comparecer ante un juicio, está encarcelado acusado de los crímenes y del intento de asesinato de la congresista.

Después de varias operaciones y una intensa terapia Giffords, que todavía tiene dificultades para hablar y para mover un brazo, acudió a finales de abril a la base de Cabo Cañaveral para despedir a su esposo que comandó el último viaje del transbordador Endeavour.

En aquella ocasión no ofreció declaraciones pero tuvo un breve encuentro con el presidente Barack Obama, quien ya había visitado a Giffords y a su familia cuando estaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital universitario de Tucson, así como al resto de víctimas.

La congresista demócrata por Arizona reapareció por sorpresa en la Cámara Baja el 1 de agosto del año pasado para votar el plan sobre la elevación del techo de la deuda estadounidense y fue recibida entre los aplausos de sus compañeros, para participar en una de las votaciones claves de esa legislatura.

La Cámara aprobó por 269 votos a favor frente a 161 votos en contra el acuerdo bipartidista que permitirá elevar el techo de deuda antes de la fecha límite del 2 de agosto y evitar así la suspensión de pagos de EE.UU..

Tras días de desencuentros tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, demócratas y republicanos olvidaron sus diferencias para homenajear a la congresista demócrata con un emotivo aplauso.

El pasado mes de noviembre, Giffords habló por primera vez del suceso y del duro proceso de rehabilitación, en una entrevista exclusiva con el programa «20 Minutes» del canal ABC.

La cadena reveló imágenes de la congresista en el hospital poco después del tiroteo, en las que se la ve tendida en la cama con una gran cicatriz que le atraviesa la cabeza, así como durante su terapia, aprendiendo a hablar de nuevo y andando por los pasillos.

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