Tegucigalpa – Cientos de feligreses católicos participan este domingo en la celebración de San Martín de Porres en la iglesia que lleva su nombre, localizada en el legendario barrio Morazán de Tegucigalpa en las proximidades del Estadio Nacional.
El párroco de la iglesia, sacerdote Carlos Rubio, refirió que San Martín de Porres “es un santo que nos enseña la humildad, la caridad y estamos alegres al celebrar este 3 de noviembre la fiesta solemne de San Martín de Porres”.
Indicó que esta mañana se realiza la procesión del Santo Rosario que inició en el Hospital Escuela hasta culminar en la parroquia y la celebración inició con la alborada, se hará las laudes y la santa eucaristía oficiada por el obispo de la diócesis de Copán, monseñor Darwin Andino, que viene a compartir con los fieles la alegría de esa fiesta.
Rubió refirió que San Martín de Porres es el santo patrón de los barrenderos, de los barberos y de los enfermos y es un santo muy nuestro pues es de origen latinoamericano, de sangre panameña, mulato y que es ejemplo de humildad al demostrar que desde los servicios más pequeños se puede servir a la humanidad.
San Martín nació en Lima en 1579. Desde niño sintió predilección por los enfermos y los pobres. Aprendió el oficio de barbero y algo de medicina. A los 15 años pidió ser admitido como “donado”, es decir, como terciario, en el convento de los Dominicos.
En su servicio de enfermero no hacía diferencia entre pobres y los que más tenían, aunque tuvo que pasar por experiencias de incomprensión y envidia. En 1603 hizo su profesión religiosa.
San Martín es recordado con la escoba, que es símbolo de su humilde servicio. Por ello, San Juan XXIII al canonizarlo en 1962 dijo: “¡Ojalá que el ejemplo de Martín enseñe a muchos lo feliz y maravilloso que es seguir los pasos y obedecer los mandatos divinos de Cristo!”.
