Tegucigalpa – Un grupo de pobladores de la colonia La Era, en la capital hondureña, fueron desalojados con gas lacrimógeno por impedir el entierro de fallecidos por COVID-19. Otro nutrido grupo de personas se apostó en la entrada del cementerio de la zona para impedir el paso del carro fúnebre.
– Los pobladores de la colonia La Era denuncian que en horas de la noche se realizan entierros masivos de personas muertas por la pandemia.
– Los vecinos se quejan que las autoridades no les llevan agua, ni alimentos en esta emergencia, pero sí les van a dejar muertos con el virus. “Nos quieren contagiar y no lo vamos a permitir”, gritaba uno de los manifestantes.
En el desalojo, los agentes de la Policía lanzaron bombas lacrimógenas al grupo de vecinos que no quieren entierros de personas fallecidas por el virus.
Los vecinos alegan que en el cementerio de la citada colonia se realizan entierros de personas con COVID a altas horas de noche. Para impedir el paso del carro fúnebre colocaron barricadas y quemaron llantas.
“No queremos que nos vengan a dejar personas fallecidas por COVID-19 en este cementerio”, gritaba uno de los enardecidos manifestantes.
Agregó que ellos están realizando la cuarentena, que hay menores y personas adultas en el lugar y por eso tienen miedo que sigan enterrando personas muertas por el virus.
Ante la acción de los pobladores un grupo de antimotines de la Policía Nacional se apersonó a la zona para desalojar a los manifestantes. El carro fúnebre que lleva las personas que serán enterradas fue atacado por los vecinos y los vidrios cedieron ante la avalancha de piedras.
En la refriega varias personas resultaron afectadas en sus vías respiratorias, vehículos con vidrios quebrados. Decenas de personas, incluso sin cubrirse la boca con mascarillas, enfrentaron a los agentes que poco a poco los fueron dispersando.
La hermana de la persona que le impiden el entierro dijo que su deudo falleció de una insuficiencia renal y que no presentó síntomas de COVID-19.
Finalmente, la familia del fallecido decidió retirarse del lugar para ir a enterrarlo en otra zona, lo que provocó la algarabía de los pobladores, quienes gritaban de emoción por lo que ellos consideraron una victoria frente a la Policía.
Los manifestantes señalaron que solo dejarán enterrar a personas que demuestren con documentación que no fallecieron por el virus.
Un oficial de la Policía dijo que recomendarán que los muertos por COVID sean enterrados en fosas especiales acondicionadas para este fin, con el afán de evitar enfrentamientos como los de este día.
