Cantarranas– Recientemente la Cooperativa Agroforestal Chabosuji de cinco comunidades en el Municipio de Cantarranas (Francisco Morazán) y la Asociación de Productores Agroforestales Monte Fresco de las comunidades de Ojo de La Chorrera y Lomas Limpias, jurisdicción del municipio de Jacaleapa, departamento de El Paraíso firmaron contratos de manejo forestal con el Instituto de Conservación Forestal (ICF). Apoyado por el Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal (CLIFOR), financiado por la Unión Europea (UE) y el Gobierno Alemán (BMZ) y ejecutado por el ICF y la Cooperación Alemana (GIZ), se integran de esta manera 6,500 hectáreas de bosque a la forestería comunitaria.
El traspaso de recursos forestales nacionales y ejidales a la cooperativa y asociación de productores en los dos departamentos tiene un objetivo muy claro: la protección de los recursos forestales y su aprovechamiento racional. “En el pasado hubo una enorme explotación de los recursos forestales, a veces ilegalmente, sin dejar ningún beneficio para las comunidades”, comenta Carlos Mejía, Presidente de la Cooperativa Agroforestal Chabosuji, cuyo nombre se forma por las comunidades de Chandala, Cerro Bonito, Suyapa y Jicarito.
Más de mil hectáreas que se unieron a la forestería comunitaria son ejidales del Municipio de Cantarranas. El alcalde de esta corporación, Francisco Gaitán, subraya la importancia de empoderamiento de las comunidades. Casi 700 familias se benefician directamente con la firma del contrato de manejo forestal con el ICF. “El traspaso del bosque comunal y ejidal a la cooperativa agroforestal cambiará la vida de muchos pobladores. No solamente es un cambio económico, sino también un cambio de actitud que hace la diferencia ante los desafíos del cambio climático”, expresa el alcalde del Municipio de Cantarranas. En la actualidad la principal fuente de empleo de los habitantes de las cuatro comunidades es la agricultura y el cultivo de caña. Sin embargo, se vio la necesidad de involucrarse en las actividades del manejo forestal y poder hacer de los recursos forestales un medio de vida para sus habitantes. “Queremos dar respuestas a nuestra gente, queremos ser auto sostenibles. Y por eso en nuestra organización debemos continuar con pasos firmes”, dijo Carlos Mejía, Presidente de la Cooperativa Agroforestal Chabosuji.
En las comunidades de Ojo de La Chorrera y Lomas Limpias en el departamento de El Paraíso la agricultura y el café son las principales actividades económicas. Como en muchos otros lugares de Honduras, se ha vivido incendios forestales y el corte ilegal de madera en propia carne. “Aquí tumbaron madera en cantidades. Se reinó un desorden completo. Con el compromiso que pactamos con el ICF a través del contrato de manejo forestal eso va a terminar”, explicó el presidente de la Asociación de Productores Agroforestales Monte Fresco, José Manuel Rodríguez.
Y también el flagelo de los incendios forestales en esta zona debe pertenecer al pasado, ya que una comunidad organizada y propietaria de sus recursos forestales cuida su medio ambiente. “El cambio climático se manifiesta en varios aspectos. Las épocas de sequías prolongadas, las precipitaciones irregulares requieren de los pobladores una mejor anticipación. Las capacitaciones y el asesoramiento que conlleven los contratos de manejo forestal en el marco de la forestería comunitaria son instrumentos vitales para enfrentarse exitosamente al cambio climático. Y todos soñamos con una Honduras verde”, relató el sub-Director del ICF, Selvin Pacheco.
Ambas organizaciones han sido capacitadas y equipadas por el Programa CliFor con herramientas para combatir incendios forestales en sus áreas. Hoy están aún más motivados de proteger su medio ambiente, porque ya son los dueños del bosque nacional, comunal y ejidal. Y con el entusiasmo y la voluntad que han demostrado, son el mejor ejemplo para cambiar la conducta de destrucción e indiferencia en una actitud del cambio en favor del bienestar común y un mejor nivel de vida.
