Tegucigalpa – La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Kelly Clements, dijo hoy que verificó en los altos niveles del Gobierno de Honduras un reconocimiento y acciones ante el problema de los desplazados internos, muchos debido a las pandillas.
«En años recientes se estableció una comisión para abordar el tema de desplazados internos en el Ministerio de Derechos Humanos, se trata de dar asistencia a las personas en las comunidades que tienen necesidades», indicó Clements en rueda de prensa luego de concluir su agenda enHonduras, país al que llegó el miércoles.
Agregó que durante su estancia en Honduras tuvo la oportunidad de ir a «una comunidad que se ha visto muy impactada por la red de maras y pandillas» y que las personas «de hecho viven muchas dificultades en cuanto a poder moverse libremente y también en cuanto a buscar ayuda y atención».
«Hemos visto que los niños están muy impactados por el reclutamiento forzoso, lo que no les permite ir a la escuela muchas veces», enfatizó Clements, quien cerrará el viernes en Honduras una visita que ya le llevó a México y Guatemala, para conocer y tratar más sobre el tema de desplazados y refugiados en la región.
Añadió que en una reunión con un grupo de maestros, le relataron «cómo muchos de ellos se ven amenazados en diferentes escuelas» y que «hay muchas preocupaciones y elementos de la comunidad que se ven muy impactados por la crisis que vive Honduras».
En Tegucigalpa, Clements también se reunió con el titular de la Secretaría de Coordinación General de Gobierno, Jorge Ramón Hernández, y las ministras de Derechos Humanos y Finanzas, Karla Cueva y Rocío Tábora, respectivamente.
Al respecto, la Casa Presidencial indicó que los funcionarios del Gobierno acordaron con Clements la elaboración de una hoja de ruta que permita avanzar con mayor agilidad en el tratamiento del problema del desplazamiento de personas y migración masiva a causa de la violencia.
Con respecto a Centroamérica, Clements señaló que «México se vuelve cada vez más un país de destino».
Clements explicó el objetivo de su viaje a México, Guatemala y Honduras, «es dar protección, ver cómo se le da protección a los asilados, a los migrantes retornados y hablar también con las autoridades, las organizaciones internacionales, sociedad civil y los socios» con los que trabajan «en la región».
«En cada uno de los sitios estuvimos muy impresionados, tanto con lo que el Gobierno está tratando de hacer, para proteger a las personas, pero también estuvimos muy impactados por la situación y todas aquellas situaciones que tienen que ver con la protección de las personas», recalcó.
La funcionaria de la las Naciones Unidos dijo que las causas del desplazamiento en la región son muchas, incluyendo la violencia, pero también la complejidad con relación a la pobreza, la falta de gobernabilidad en algunos sitios y la falta de autoridades en otros.
«Estos son temas que tocamos con los Gobiernos de los tres países, también tratamos de vernos cómo nosotros como Naciones Unidas podemos ayudar a estas autoridades y a las comunidades cada vez que reciben a los asilados, los refugiados, y ver también cómo podemos responder a sus necesidades», agregó.
También señaló que la situación mundial de los refugiados y el desplazamiento forzado es algo de «gran preocupación» para la ACNUR en general y que actualmente hay aproximadamente 70 millones de desplazados en el mundo, problema que es mayor en Siria.
En esa nación «hay más o menos cinco millones de refugiados, pero también tenemos entre seis y siete millones de personas internamente desplazadas en el país», expreso la enviada de la ONU.
La situación de los desplazados y refugiados, según Clements, está teniendo un gran impacto en la responsabilidad de los países anfitriones, pero además requiere que la comunidad internacional trabaje conjuntamente para brindar mayor apoyo humanitario y bilateral en los afectados.
