Estados Unidos ha construido ya 965 kilómetros de un muro fronterizo, lo que produjo fuertes críticas de varios países latinoamericanos cuando se anunció su edificación, pero le quedan por completar todavía alrededor de 112 kilómetros de infraestructura.
La mayor parte de esa estructura limítrofe fue erigida durante la Administración del ex presidente George W. Bush, presidente de enero de 2001 al mismo mes de 2009.
«Vamos a fijarnos bien en el muro: dónde se construyó, cómo se construyó, y vamos a tratar de idear mejores soluciones que las que se han ensayado antes», aseveró Clinton, que visitó esta mañana en la capital mexicana el centro de mando de la Policía Federal, la Basílica de la Virgen de Guadalupe, y viajó después a la norteña ciudad de Monterrey.
La funcionaria estadounidense sostuvo que «la reforma integral de la inmigración es una alta prioridad del Gobierno del presidente (Barack) Obama», al punto que «compite por la atención con la economía, que está tan grave».
Clinton manifestó que todos en la Administración de Obama «estamos luchando para que se recupere la economía, pero no nos vamos a dar por vencidos con la reforma migratoria».
La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano, dijo el pasado martes 24 que la construcción del muro en la frontera continuará en los tramos ya iniciados.
No obstante, Napolitano, que visitará también México la próxima semana, reconoció que esa «no es la mejor forma de gastar nuestros dólares para evitar que entren las drogas a EE.UU.» o para arrestar y procesar a los contrabandistas.