Tegucigalpa – Los actos litúrgicos del Viernes Santo en Honduras contaron con una multitudinaria participación de feligreses en diversos sitios del país quienes desbordaron su pasión de fe hasta en los más recónditos lugares de Honduras.
-En las procesiones del Viernes Santo sobresalió la belleza y el colorido de las alfombras de aserrín elaboradas en varios municipios del país.
-A pesar de la amenaza de lluvia por el ingreso de un frente frío, fueron miles los que participaron en la tradicional procesión del Santo Entierro.
Las actividades litúrgicas comenzaron muy temprano con la procesión del Viacrucis en casi todas las parroquias de los 298 municipios y los 18 departamentos del país donde los católicos se desbordaron para dar una demostración de profundo fervor religioso.
Belleza y colorido de las alfombras
Durante las actividades del Viernes Santo un punto a destacar es el sinfín de alfombras caracterizadas por su belleza y colorido que se han convertido en verdaderas obras de arte, una tradición que nació en la ciudad de Comayagua, considerada la capital religiosa del país y que poco a poco se ha ido extendiendo a otras localidades de Honduras como en Tegucigalpa, La Ceiba, Santa Rosa de Copán, Copán Ruinas, Santa Bárbara e Intibucá, entre otras donde la devoción ha ido aumentando.
Además de las tradicionales andas procesionales, la conmemoración del Viacrucis, que es parte del Triduo Pascual, contó con la dramatización de la pasión y crucifixión de Jesucristo en cuadros vivos en donde jóvenes de todas las parroquias que se preparan con muchos meses de antelación protagonizaron la recreación de las imágenes del sufrimiento del Señor en su camino a El Calvario.
En Tegucigalpa, la procesión fue encabezada por el rector de la Basílica Menor de Suyapa, padre Carlo Magno Núñez, quien en varias de las estaciones pidió orar por los miles de migrantes que han salido del país y que se encuentran sufriendo en México.
En otras ciudades como en San Pedro Sula, la procesión fue encabezada por el obispo de la diócesis de esa ciudad, monseñor Ángel Garachana; en Choluteca por el obispo Guido Charbonneau; en Comayagua por el obispo Roberto Camilleri; en Santa Rosa de Copán por el obispo Darwin Andino y en Trujillo por el obispo monseñor Luis Solé.
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Multitudinaria participación católica
En horas de la tarde noche se pudo apreciar una multitudinaria participación de feligreses en la procesión del Santo Entierro en la que miles se unieron a la actividad litúrgica que se desarrolló en varias parroquias de la capital y de todo el país.
En la iglesia catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, la procesión salió a eso de las 5:00 de la tarde encabezada por el Cristo de la Misericordia con un adorno procesional que tuvo como tema una frase de las siete palabras “Consummatum est”, que significa “todo está consumado”.
El joven Bryan Chávez quien se encargó de exponer el adorno procesional este año, refirió que el mismo se trata de un pasaje para demostrar que todo está consumado cuando el Cristo dice sus últimas palabras y ese fue el tema que se escogió este año.
La procesión del Santo Entierro fue acompañada por marchas fúnebres como La Reseña interpretada por una banda sinfónica y en general hubo mucha seguridad para los fieles participantes en el cortejo que recorrió las principales calles y avenidas del Centro Histórico de la capital extendiéndose hasta las proximidades del barrio Guanacaste donde otros feligreses de zonas aledañas se unieron al acto litúrgico.
Mensaje y solemnidad
Como parte del cotejo se apreciaron las imágenes de siete ángeles portando las siete palabras de Cristo en la cruz: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.» … «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.» … «Mujer, ahí tienes a tu hijo. … «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» … «Tengo sed.» … «Todo está cumplido.» Y «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».
Como siempre la solemnidad de esta simbólica procesión, la pusieron los Caballeros del Santo Entierro que como todos los años participaron en el tradicional ceremonial que cierra las actividades del Viernes Santo.
El párroco de la iglesia San Martín de Porres del barrio Morazán de esta capital, padre Carlos Rubio, manifestó que este es el momento esperado para todo el pueblo de Dios con la que se culmina una jornada de oración, reflexión y contemplación del misterio de la salvación.
“No solamente es caminar por caminar, nosotros caminamos de la mano de Dios y caminamos hacia una meta y la meta es el cielo, la meta cada día es Cristo y cada día buscamos ese encuentro y ahora en estas hermosas imágenes nos da tiempo para meditar y reflexionar”, apuntó.
En el municipio de Santa Lucía cientos acudieron a la procesión del Santo Entierro encabezada por el párroco, padre Hermes Sorto, donde se venera al Cristo de las Mercedes y donde un grupo de encapuchados con un traje azul y blanco con una cruz amarilla a la altura del pecho cargaron la urna expuesta que simbólicamente contiene los restos de Jesús.
Mientras tanto, en Comayagua considerada la capital religiosa del país, también se realizó la tradicional procesión del Santo Entierro que transito por las afamadas alfombras de aserrín confeccionadas en las calles de la antañona ciudad.
Lo mismo ocurrió en diferentes municipios del país donde la procesión del Santo Entierro se extendió hasta entrada la noche.
