Al menos 78 de las víctimas se registraron entre septiembre y octubre pasados, indicó la organización, que trabaja con niños y jóvenes en situación de riesgo social.
El informe refirió que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) clasifica a Honduras como uno «de los tres países más violentos de la región centroamericana», después de El Salvador y Guatemala.
Casa Alianza demandó castigo para los responsables de los crímenes de menores y «trabajar por una cultura de paz, de hermandad entre los hondureños».
El comisionado Nacional de los Derechos Humanos (estatal), Ramón Custodio, subrayó en otro informe que los derechos humanos «a cada hora, a cada minuto, son violentados en todo el mundo».
Sin embargo, destacó, «el trabajo por el respeto de los derechos humanos es también universal y cotidiano».
El ombudsman abogó por luchar «contra todas las formas de discriminación», sobre todo la racial, la religiosa o la sexual, en el mundo.
Custodio también defendió «la libertad de expresión y de pensamiento cuando, en muchos países, universitarios y periodistas son silenciados o abatidos por haber tenido el valor de pensar diferente y de haberse atrevido a escribirlo o decirlo».
Abogó, asimismo, por el trabajo conjunto entre las entidades estatales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil por la defensa de los derechos humanos en Honduras.
El comisionado y diversos organismos humanitarios celebraron diversas actividades para conmemorar los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, entre ellas un foro popular en el parque central de Tegucigalpa que incluyó una exposición de fotografías, presentaciones artísticas y distribución de información.