Lo anterior fue resaltado por el eclesiástico debido a los altos índices de violencia que imperan en el país y que a diario cobran la vida de muchas hondureños.
El Cardenal dijo que las personas que escogen el camino del crimen y la maldad, deberían recordar lo que dice el libro Éxodo del Antiguo Testamento: «castigo la maldad de los padres, de los hijos hasta la tercera y cuarta generación».
Además resaltó que las muertes violentas son parte de la cruz que la población hondureña asume en su vida debido a “tanta desesperación, tanta inconsciencia o el vacio interior (en las personas)”.
Según Rodríguez, la ola de violencia desatada en el país responde a que muchas personas tienen “sed de dinero, una sed de cosas materiales y en lugar de emplear los bienes materiales para ayudar y para vivir, muchas veces han hecho del dinero, un fin en si mismos”.
“La amenaza de la economía globalizada no es solo lo que algunos llaman el capitalismo desenfrenado, sino la idolatría del mercado como si fuera un Dios”, manifestó.
Finalmente, arguyó «a quienes se atreven a quitarle la vida a otro, que ellos también tienen familia y que también son miembros de una familia y, por consiguiente, no deben dejar ese estima negativo sobre su descendencia».
Un reciente informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), detalla que en 2011, se produjeron 86.5 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que nos coloca como uno de los países más inseguros del mundo.
