spot_img

Cárceles hondureñas afrontan desafíos ante tretas criminales

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa – La fuga de un privado de libertad y el intento de otro reo para escaparse de la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, conocida como “El Pozo”, reflejan los desafíos que enfrentan las cárceles hondureñas de máxima seguridad ante las tretas de los criminales.

-La población carcelaria es de más de 20 mil 500 reos en las 25 cárceles y los cuatro anexos que funcionan en unidades militares, superando la capacidad instalada.

-Esta semana ocurrió la primera fuga de la cárcel de máxima seguridad de El Pozo de dónde se supone nadie puede escapar.

Debido a lo anterior comienzan a plantearse interrogantes sobre lo que está ocurriendo en las cárceles creadas para albergar a los reos más peligrosos del país.

En las últimas horas se conoció el caso en el que agentes policiales lograron recapturar a un peligroso reo que intentó fugarse con apoyo de familiares desde un centro asistencial de esta capital hasta donde había sido llevado por supuestos problemas de salud.

Recapturan a peligroso reo que intentó fugarse de un centro asistencial.

Intrépido intento de fuga

A tan solo instantes después de probar la libertad, el reo sentenciado a centenares de años de prisión y que está recluido en la cárcel de El Pozo, fue recapturado por la Policía cuando intentaba huir ante la vigilancia de sus custodios penitenciarios.

El incidente ocurrió durante la lluviosa noche del jueves en un hospital privado localizado en Comayagüela, al sur de la capital hondureña, donde se acostumbra a llevar a recibir atención médica a reos que son integrantes de maras o pandillas.

El privado de libertad fue identificado como Brayan Alberto Romero García, alias “El Siniestro”, cuyos familiares desde afuera coordinaron su escape para lo cual hicieron uso de una escalera.

La intención de fuga fue completada por algunos minutos cuando el recluso logró salir de la clínica privada, pero fue recapturado instantes después en un inmueble aledaño donde se encontraba junto a un hermano que lo había ayudado a escapar.

El hermano fue identificado como Darwin Ovidio Romero Moncada, a quien junto al recluso se le encontró en posesión de la escalera que utilizaron, un vehículo tipo camioneta en el que escaparían y dos armas de fuego, tipo pistola calibre nueve milímetros.

Las investigaciones indican que alias “El Siniestro”, fue sentenciado por un juez penal a purgar una pena cercana a los 600 años de reclusión por varios delitos de homicidio y asesinato que cometió en 2009.

La fácil fuga de Romero García pareció sospechosa por parte de policías que realizaron su recaptura por lo que también fueron detenidos dos custodios penitenciarios que lo vigilaban desde afuera del consultorio donde era atendido.

Un fugitivo fue identificado como Esdras Enoc García Meléndez de 19 años con residencia en la ciudad de La Ceiba

Escape inexplicable

Todo eso ocurrió tan sólo horas después que se conociera la fuga de otro recluso de la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, quien inexplicablemente se fugó del centro penal del cual en teoría se asegura que nadie puede escapar.

Se trata del interno de El Pozo, Esdras García Meléndez, alias “El Colombiano”, quien el pasado miércoles en horas de la tarde utilizó como estrategia pedir a los custodios que lo dejarán continuar ejercitando en un área especial de la cárcel, lo que aprovechó para saltar un muro perimetral y de esa manera logró huir.

El informe que se ha hecho trascender sobre la fuga es que según versión del subteniente de artillería, May Díaz Ponce, él se encontraba de oficial de servicio en la cárcel de El Pozo  y que como a eso de las 2:00 de la tarde del pasado miércoles 3 de octubre, procedió a sacar los privados de libertad del módulo número dos, para que los internos realizaran deporte.

Agregó que puesto que según el rol, les correspondía práctica de deporte, el privado de libertad de nombre Edras Enoc García Meléndez se quedó practicando deportes quien se supone saltó el cerco perimetral dándose a la fuga sin que se percatara el centinela número tres, el policía militar Marlon Nolasco, pero fue hasta las 9:30 horas de la noche que se dieron cuenta que el privado de libertad ya no estaba.

Esta sería la primera fuga de un reo que se reporta desde la cárcel de máxima seguridad de El Pozo en Ilama, Santa Bárbara.

Constantes fugas ponen en evidencia el sistema penitenciario hondureño.

Otras fugas

El pasado domingo 9 de septiembre, un reo se fugó del centro penal de El Porvenir, Francisco Morazán, según confirmó el  subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Germán McNiel.

El privado de libertad fue identificado como Kevin García Maradiaga, quien se encontraba recluido por el delito de robo.

“Tenemos que establecer mediante una investigación que fue lo que sucedió, ya nos encontramos en este proceso investigativo, para informarle a la población lo que sucedió”, manifestó McNiel.

A inicios de julio de este año, dos peligrosos privados de libertad se fugaron de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, localizada en el Valle de Támara.

Los prófugos fueron identificados como Héctor Orlando Cruz Ríos de 43 años, y Yordan Kiyfer Vázquez Valladares de 27.

Cruz Ríos, guardaba prisión desde el 30 de agosto del 2015, acusado de estafa; mientras que Vázquez Valladares estaba recluido por los delitos de portación ilegal de armas, por lo que fue capturado el 7 de julio del 2012 en la colonia La Era, de Tegucigalpa.

Los problemas en las cárceles hondureñas suman y siguen y el pasado domingo, un enfrentamiento entre miembros de maras dejó como saldo dos privados de libertad muertos y siete heridos en la cárcel de máxima seguridad de Morocelí, El Paraíso, oriente de Tegucigalpa, conocida como La Tolva.

Falta clasificar reos

Orle SolísPara el comisionado presidente del Mecanismo y Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura y Otros Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes (MNP-Conaprev), Orle Solís, la situación que está ocurriendo en el sistema penitenciario de Honduras es que no se han hecho las separaciones por categoría para hacer las clasificaciones de quienes son los privados de libertad de alta peligrosidad, agresividad y de los distintos delitos.

“Esto es para ver a qué régimen podrían ir, si a mínima, media o máxima seguridad”, arguyó Solís quien  destacó que el único centro penitenciario de máxima seguridad es el de Ilama, Santa Bárbara conocido como El Pozo.

Acotó que las cárceles de reciente construcción como la de El Porvenir en Francisco Morazán y La Tolva en Morocelí, son de mínima o media seguridad.

Sobrepoblación penitenciaria

Solís precisó que en la actualidad hay una población de 20 mil 500 privados de libertad en los 25 centros penitenciarios del país y en los cuatro anexos que funcionan en los batallones militares.

Precisó que la población penitenciaria en La Tolva y en El Pozo anda en alrededor de mil 800 habiendo privados de libertad, lo que representa una sobrepoblación porque la capacidad es para mil 500 reos.

No obstante, todos los centros penitenciarios están sobrepoblados, incluido el de Ilama, Morocelí y el centro penitenciario de El Porvenir en Francisco Morazán, destacó.

Ejemplificó que en centros penales como el de La Esperanza su capacidad es para 80 reos y tiene más de 345; el de Puerto Cortés fue construido para albergar 70 reclusos y su población anda en 245, mientras que la cárcel de Trujillo tiene capacidad para 150 personas y actualmente sobrepasa los 800.

“La población penitenciaria en vez de bajar va en ascenso con la aplicación de leyes y medidas”, comentó Solís.

Fugas son sospechosas

Luis Alonso Maldonado GáleasDe su lado, el experto en temas de seguridad, general retirado, Luis Alonso Maldonado Gáleas, cuestionó que un privado de libertad haya podido saltar un cerco perimetral de la cárcel de máxima seguridad de El Pozo en Ilama, Santa Bárbara.

“Me extraña un poco que alguien sea capaz de saltar la cerca perimetral, no es normal que un privado pueda saltar una cerca”, manifestó el exmilitar aProceso Digital.

Comentó que “si usted intenta saltar la cerca, las torres de vigilancia tienen sus propias cámaras, no es posible saltar sin ser detectado”.

Criticó que el hecho de que un privado de libertad quede solo después de realizar actividades deportivas “es sospechoso” y pudo ser algo planificado.

Criticó que no haya una decisión administrativa por parte del gobierno central por los últimos acontecimientos que han sucedido en las cárceles de máxima seguridad.

 

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img